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Ampliación de garantía: ¿es rentable?

Fotos: Kawasaki
Son muchas las compañías que nos ofrecen una garantía extra, también comercializada como "extra care", su traducción al inglés. De esta manera ampliamos la garantía de nuestra moto en el tiempo que hayamos contratado, pero ¿merece la pena?

Uno de los mayores que tiene el usuario de una moto es el de que esta tenga fallos mecánicos. Amparados en la ley, todo aquel que compra un vehículo tiene, al menos, dos años de garantía en la que el fabricante debe hacerse responsable de los problemas derivados de materiales defectuosos, errores de diseño, fallos de montaje… Sin embargo cuando pasa el periodo establecido, cada vez son más las compañías que ofrecen una ampliación de garantía, pagando su importe previamente, con la que seguimos teniendo cubiertos este tipo de problemas durante el tiempo contratado. De esta manera nos sentimos seguros ante los imprevistos que puedan surgir, pero ¿en qué consisten las ampliaciones de garantía? y, lo más importante ¿son rentables?

Empecemos por el principio, las ampliaciones de garantía suelen cubrir exactamente lo mismo que las garantías originales, haciéndose cargo tanto de las piezas a sustituir como del coste de la mano de obra. Además, como valor añadido, muchas de ellas no tienen un límite de kilometraje, por lo que estará cubierto independientemente de los kilómetros que se hagan a la moto. Otro punto importante es saber si tienen un tope de reparaciones o no y si es así de qué cantidad se trata. Al igual que sucede con las garantías normales, las “extra care” suelen ser transferibles al nuevo propietario de la moto si se pone en venta durante el periodo.

Aún así, como siempre hacemos, os recomendamos que leáis detenidamente y sin prisa todos y cada uno de los puntos de la ampliación de garantía antes de contratarla. Lo primero que hay que saber es por cuánto tiempo se puede ampliar y el coste que tiene, igualmente es muy importante conocer el plazo que tenemos para contratarla. Dependiendo de la compañía se puede hacer durante el primer año desde la compra de la moto o mientras esta esté en garantía.

Con todos los datos en la mano es cuando hay que tomar la decisión sobre si es rentable o no llevar a cabo una ampliación de garantía, que no es más que un seguro de averías como el que podríamos contratar en cualquiera de las empresas que se dedican a ello, salvo que con el respaldo y confianza que da saber que la misma empresa que te vende ese seguro es la que te atenderá y arreglará la moto.

Además de los puntos que te hemos mencionado, no debes perder de vista que en caso de que decidas llevar a cabo esta ampliación, durante el tiempo que dura la misma tienes que seguir llevando la moto al servicio oficial, con todo lo que ello conlleva. Así pues tu única opción es echar cuenta sobre los kilómetros que vas a hacerle a la moto antes de decidirte y, también, calcular el dinero extra que supone tanto la ampliación de garantía como las revisiones oficiales que deberás pasar en el periodo en que esté vigente la póliza. En realidad, cuantos más kilómetros realices, en caso de que la póliza no tenga límite de kilometraje y cuanto más cara sea la moto, más interesante es hacerse con una ampliación. En cualquier caso, la recomendación como usuario es la de esperar hasta el último momento en el que la puedes contratar para saber cómo se comporta la moto, pues en ese punto podremos tener una idea si se trata de una máquina conflictiva mecánicamente hablando.

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