El diseñador holandés Nikola Nikolov ha dedicado más de 300 horas de trabajo para el deleite de nuestros ojos mediante su escultura “The glass rider”. Quien diría que a partir de un montón de materiales reciclados se podría construir una una Suzuki GSXR-1000 en su versión de 2007.
Mas de 550 metros de alambre de acero inoxidable, cientos de piezas de metal soldadas entre si, vasos rotos y botellas de licor unidas a la pasión por el reciclaje y la moto han dado como resultado una pieza única.
El artista, a través de su estudio de diseño Re-Creation, se dedica desde hace bastante tiempo a crear este tipo de obras de arte con material reciclado. La idea de sus obras es conseguir utilizar materiales de nuestro día a día, de los cuales no nos queremos deshacer, y conseguir que estos cuenten una historia. Una manera muy original de conseguir aunar reciclaje, arte y pasión.
“The glass rider”, como se denomina esta escultura, pretende simbolizar la fragilidad del ritmo de vida actual y de su consumo. Al colectivo motero quizá también le pueda sugerir la propia fragilidad de todo aquel que monta en moto. En cualquier caso, estamos seguros de que esta Suzuki de cristal y alambre no dejará indiferente a nadie.