Mucho tiempo llevo evitando escribir sobre Mr. Márquez, años de seguimiento observando como vosotros las proezas de este chaval de Cervera. Como muchos moteros soy un tipo un tanto supersticioso. Si os soy sincero tenía miedo de ser gafe y fastidiar de algún modo la trayectoria del piloto que posiblemente tenga el mayor don para el motociclismo dentro de la historia moderna de este deporte.
Recordar la trayectoria de Marc es enfrentarse a un menú de gestas y hazañas. Cualquier piloto que hubiera realizado tan sólo una de ellas, tendría un motivo suficiente para ser recordado por todos a lo largo de la historia. ¿Hablamos de alguna? La remontada en Estoril 2010 cuando salió desde la última posición y remontó once puestos de una sola tacada para acabar ganando una carrera que le servía el título de 125 cc en bandeja. Dar la vuelta en 2011 a un campeonato de Moto2 encabezado por Bradl, incluyendo otra épica carrera en Phillip Island, para que finalmente el mundial se le escapara por un error de un comisario, no porque sus méritos no lo ganaran en la pista. Y las del 2012, como en Japón cuando desde la pole no engranó la primera marcha y se quedó clavado en la salida mientras todos le pasaban, aun así ganó la carrera. O en Valencia cuando fue sancionado por una maniobra peligrosa en los entrenamientos que le llevó nuevamente a salir el último para ganar sobradamente la carrera y el campeonato.
Todos teníamos la certeza que esas cosas sólo las podía hacer él, pero todos teníamos el cauto pensamiento de como lo haría en la categoría reina. ¿Sería capaz de hacerlo frente a los mejores? Dani Pedrosa también arrasó en las categorías inferiores y muchos esperan todavía su título de MotoGP, título que está un poco más difícil después de la aparición de Márquez.
Pero Marc no es como Dani, tampoco es como Lorenzo, ni siquiera es como Valentino y está muy alejado de la controvertida figura de Stoner. Marc es más bien como el anillo de poder de Sauron y ha venido para gobernarnos a todos bajo su brutal talento y encanto personal. Hay “Lorencistas”, “Pedrosistas” o “Rossistas”, pero no hay “MarcMarquistas” porque todos somos del 93. Este chico ha conseguido que todos le apoyemos y veamos las carreras por el simple placer de averiguar cómo nos sorprenderá esta vez. En la distancia corta, Marc es tal y como se ve por televisión. Una mezcla de humildad y sencillez que hace que a todos nos robe el corazón en cada rueda de prensa y en cada entrevista. Es en sí mismo un fenómeno mediático, sin trampa ni cartón.
He decidido esperar a su primera victoria en MotoGP para escribir sobre él y contaros que el futuro ya está aquí. Veremos cómo se van desarrollando los acontecimientos pero es posible que sea el principal rival de Jorge Lorenzo en la puja por el mundial 2013 y no nos estemos dando cuenta. Todavía quedan 16 carreras para disfrutar de un mundial que gana en prestigio con la presencia de Marc, hoy solamente es el momento de darle la enhorabuena por su primera victoria en MotoGP y darle la bienvenida a la categoría reina, para todo lo demás habrá que tener paciencia.
