No es una conversión nada fácil, pero el resultado conseguido por Galaxy Custom es más que llamativo, porque es capaz de llevarnos rápidamente a modelos de los años 40 y 50 de la marca alemana aunque para ello se haya usado una base de lo más moderna y diferente al resultado final, como es una BMW K1200RS.
Lógicamente lo primero que hicieron fue desnudar completamente la moto. Y cuando hablamos de una RS, eso son un montón de piezas y peso que se le quita a la moto. El subchasis trasero también se eliminó y en su lugar se instaló, directamente al chasis, un asiento individual con muelles que permite dejar toda la parte trasera al aire.
Esta parte trasera tomó un aspecto muy bobber de la vieja escuela, gracias a un guardabarros fabricado a medida y que incorpora la luz en la parte superior. Lejos de lo que podíamos pensar, el cardan no queda como “un pegote” y por el lado contrario se le colocó un escape Supertrapp de generosas dimensiones. Quizás se hace un poco extraño la forma que adopta en el último codo antes de acoplarse al terminal final.
Además del guardabarros, si nos fijamos la moto cuenta con otras piezas metálicas repartidas en zonas estratégicas y que han sido perforadas. De esta forma por ejemplo han conseguido ocultar el Telelever delantero. Las barras de la horquilla se han revestido y pintado en negro para darles un aspecto más clásico.
El motor recibe cuatro fltros cónicos K&N que quedan a la vista de una forma lateral muy gamberra, al igual que también llama la atención el uso de reposapiés de enduro. El manillar es un LSL y en los extremos se han instalado los intermitentes.
El manillar y la tija superior se han dejado completamente limpios y, por ello, se ha colocado un único reloj sobre el depósito. Además lo han hecho sobre una bonita portezuela con cerradura, justo detrás de la toma del depósito.
El conjunto lo remata el bonito acabado de pintura, negro y con el fileteado en blanco tan característico de las BMW de mediados del siglo pasado. Sólo en los tornillos de las llantas y el manillar se ha recurrido a un color dorado que rompen la escena monocromática.