Más de cinco años después de bajarse de la Ducati Desmosedici GP10, Casey Stoner se subió ayer en la Ducati Desmosedici GP15, la MotoGP de la pasada temporada, calzada con los nuevos Michelin y la electrónica común. Tras 54 vueltas, según Ducati, con un único juego de neumáticos, en una pista bastante sucia (el día anterior hubo unas pruebas de coches), Stoner se bajó de la moto muy satisfecho. Su crono: 2’02”1. La “pole” del pasado Gran Premio de Malasia fue 1’59”053, y el mejor tiempo en la primera jornada de pruebas de 2015 fue 2’00”2. No está mal para un piloto jubilado, ¿verdad?
Stoner valoró así la jornada: “Ha sido una gran experiencia. Necesito un poco más de tiempo para volver a un nivel competitivo y encontrar las sensaciones correctas porque no había pilotado una MotoGP desde hace un año, pero ha sido un primer día muy positivo, encontramos ‘feeling’ inmediatamente tanto con la moto como con los neumáticos, y he rodado más rápido de lo esperado. Para ser honesto estoy sorprendido con el tiempo marcado. Aún me quedan muchas cosas que probar y todavía tengo que acostumbrarse a la moto, pero el objetivo está cumplido y estoy contento. La Desmosedici tiene un gran potencial y espero ayudar para conseguir que dé buenos resultados”.
Lo cierto es que el resultado ha sido tan satisfactorio que Ducati ha decidido cambiar el plan de trabajo. Michele Pirro ha seguido rodando hoy con la GP15, llegando a realizar hasta seis vueltas en mojado. Al final marcó como mejor tiempo 2’02”4. Ducati decidió que Stoner no saliera hoy a pista, y que se reservara para realizar una nueva sesión de pruebas el próximo martes, junto al resto de los pilotos mundialistas, con lo que el “efecto Stoner” cobra una nueva dimensión. Habrá que seguir atentamente su evolución.
