Este preocupante dato sitúa a los propietarios de las motos y ciclomotores en el punto de mira de la DGT, ya que presentan uno de los mayores grados de absentismo frente al resto de vehículos del parque móvil nacional.
Además, casi el 20% de los vehículos no aprueban la ITV a la primera. Esto se debe a varios factores, como el envejecimiento progresivo del parque móvil nacional, que se sitúa de media en los 12 años actualmente. La situación económica ha hecho mella en este aspecto, al igual que en el estado de los vehículos, que presentan muchas deficiencias de distinta gravedad en general.
Durante la realización de las inspecciones en 2015, se detectaron más de 6 millones de deficiencias graves que dieron como resultado que el resultado fuera desfavorable. De esta manera, el promedio de defectos graves por cada vehículo con resultado negativo en la inspección fue de 1,8. Este factor indica que la inmensa mayoría de vehículos con resultado desfavorable no presentaban solo un defecto decisivo a la hora de obtener la validación.
Atendiendo a los defectos de los vehículos, los defectos más recurrentes fueron los relativos a alumbrado y señalización, seguidos de cerca por los relacionados con los ejes, ruedas, neumáticos y suspensiones. Por su parte, un nada despreciable 15,5% involucraban al sistema de frenos.