Hace unos días, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) hacía público un dictamen en el que expresaba que el céntimo sanitario, el impuesto sobre los carburantes que aplicaban algunas comunidades autónomas y cuyos ingresos se destinaban a financiar la sanidad, vulneraba la legislación comunitaria. Este impuesto, gestionado por las Comunidades Autónomas, se aprobó en enero de 2002 y ha estado vigente como tal hasta el 1 de enero de 2013.
Ahora, el TJUE obliga a que estas cantidades sean devueltas a todos aquellos que se hayan visto afectados. Tan sólo en Aragón, País Vasco y La Rioja, además de Canarias que se tiene un régimen fiscal propio, no se ha aplicado este mal llamado céntimo sanitario. La cantidad recaudada ha oscilado entre 1,2 y 4,8 euros, dependiendo del territorio.
¿Qué hay que hacer para que nos devuelvan todo lo que hemos pagado de manera ilegal durante todos estos años?
Lo primero que hay que resaltar es que sólo se podrán reclamar las cantidades referidas a los cuatro últimos años, ya que el resto ha prescrito. Será imprescindible presentar facturas de cada repostaje, algo muy difícil en el caso de particulares. Aunque ni el Ministerio de Hacienda ni las consejerías autonómicas han especificado la vía de reclamación, ésta se tendría que hacer vía Declaración de la Renta. Las asociaciones de consumidores ven muy difícil que estas cantidades se puedan devolver fuera del ámbito de las empresas y autónomos, los únicos que suelen guardar las facturas de repostaje de sus vehículos
¿Por qué la justicia europea ha llegado a este fallo?
Después de una denuncia de una empresa de transportes de Cataluña, que reclamaban nada menos que 45.000 euros por este impuesto, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña remitió la denuncia a las instituciones europeas, que han asegurado que el céntimo sanitario es contrario a la directiva de la UE sobre los impuestos especiales, ya que no cumple el principal requisito exigido a un gravamen de este tipo: perseguir una finalidad específica.
