Circular con un testigo del panel de mandos encendido, si se trata de uno de alerta, es algo muy incómodo, que puede llegar a hacerte despistarte. No es que a Joaquín le haya pasado esto, pero si nos comenta que el “chivato” de la reserva de gasolina no se apaga ni por las buenas ni por las malas. Nos comenta que da igual el nivel que tenga el depósito y que, curiosamente, el indicador de nivel si funciona, pero la maldita luz naranja nunca descansa…
Lo cierto es que la electrónica en las motos es tan compleja a día de hoy, que los motivos que pueden llevar a que esa luz no se apague son muchos. La primera idea que viene a la cabeza es que el medidor de nivel (aforador) no funcione correctamente y aunque indique el nivel correcto de gasolina en el depósito, la parte que se encarga de apagar la luz no esté desempeñando su función.
También puede suceder, dependiendo de lo sofisticado de la moto, que el sensor no mande la información a la centralita y esta no apague el testigo. Otro de los puntos que pueden estar fallando son los cables en sí, ya que un pequeño corto puede hacer que la corriente llegue al piloto de manera ininterrumpida. Incluso, en casos muy excepcionales, es un indicador de que la batería no está funcionando correctamente.
Nuestra recomendación es que estés atento al cuentakilómetros, pues también cabe la posibilidad de que si está fallando la luz, el aforador lo haga en breve y entonces será interesante que sepas cuantos kilómetros has recorrido desde que pusiste gasolina. En cualquier caso, para poder saber qué está fallando, lo mejor es pasar por un taller que revise con detenimiento el sistema en busca de los defectos que hemos comentado.
