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Cornudos y apaleados

Según el I estudio de siniestralidad de la Fundación Mutua Madrileña los conductores de moto sólo son responsables del 25 % de los accidentes en los que se ven implicados con otros vehículos.

El mismo estudio ha demostrado además que las motos registran menos accidentes que los coches. Concretamente, mientras un 8% de los conductores de moto se ven implicados al menos en un accidente al año con otro vehículo, ¡esta cifra asciende a más de un 19% en el caso de los turismos!

Y, sin embargo, la mayoría de la población (conductora o no) sigue creyendo lo contrario, es decir, que los motoristas tenemos la culpa de casi todos los accidentes, una opinión en buena parte basada en los falsos y perversos mensajes (por acción y omisión) que la propia DGT secundada por distintos medios de comunicación se encarga de propalar a diestro y siniestro, culpando a los motoristas de casi todos los males relacionados con la seguridad vial.

Lo peor del asunto es que tamaña infame calumnia sirve para dar más argumentos a los que aferrados a su volante se creen sobrados de razones, mientras su negligencia y torpeza nos hacen volar por los aires como muñecos de trapo a las primeras de cambio.

Cada vez que entro en un foro sobre accidentes de moto y ante la muerte de un compañero motorista leo comentarios como el de “uno menos” o “él se lo ha buscado”, tras la lógica descarga de adrenalina bajo la que no dudaria ni un segundo en arrancarle la cabeza al miserable bellaco en cuestión, no puedo sino reflexionar una vez más sobre el inmenso perjuicio que tanta mentira maligna genera por lo que a nuestra seguridad vial concierne.

Desde aquí hago una reflexión a quien corresponda para que de una vez por todas se informe verazmente a la población sobre cuál es el tipo de vehículo que provoca la mayoría de accidentes y las graves consecuencias que éstos tienen para los pobres motoristas, cornudos y por si fuera poco apaleados. Y, puestos a pedir, que se difundan campañas informativas y formativas dirigidas a los conductores de coche para que nos respeten, conduzcan conscientes de que las motos existen y se lo piensen dos veces antes de realizar una maniobra sin mirar o cometer una infracción; campañas como por ejemplo la excelente “Think” (Piensa) del Ministerio de Transporte Británico destinada a reducir los accidentes de moto.

Que así sea, para el bien de todos.

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