Después de que la Segunda Guerra Mundial desolara gran parte de Europa, la necesidad de transporte y lo económico de las motocicletas del momento hicieron que comenzaran a surgir multitud de marcas en todo el viejo continente. Algunas se crearon expresamente para fabricar motocicletas y otras, como es el caso de Ducati, que comenzó fabricando radios en 1925.
Después de que la fábrica quedase arrasada tras la guerra, sobre sus ruinas se levantó de nuevo dando paso a lo que hoy conocemos como Ducati. Aunque la firma italiana no comenzó construyendo motos de gran cilindrada, de hecho su primer modelo de dos ruedas fue un ciclomotor, que llegó en 1947. Se trataba del “Cucciolo”, e incluso el motor no pertenecía a Ducati. Sin embargo aquello fue el primer paso de la Ducati dedicada en cuerpo y alma a la creación de motocicletas.
Después comenzaron los modelos míticos, la progresión de la marca, su desembarco en competición, el nacimiento de las SBK, la saga Monster… y desde entonces hasta hoy un total de un millón de motos han salido de la cadena de montaje. 58 años dan para mucho y puede que la cifra se quede corta en comparación con los gigantes japoneses, pero no hay que olvidar que la marca que crearon Antonio Cavalieri Ducati, Carlo Crespi e hijos no deja de ser una modesta compañía con cerca de 1.100 trabajadores y en los que la pasión es su principal motor.
Precisamente la moto 1.000.000 que ha salido de la cadena de montaje ha sido una Ducati Monster 1200 S, una de los buques insignia de la firma boloñesa. El reto de llegar al millón de motocicletas es tan importante para Ducati que para celebrarlo el modelo en cuestión lleva impresa por láser un inconfundible “DUCATI MILIONESIMA” y la cúpula de Ducati y Audi, con Claudio Domenicali al frente no han dudado en presentarla antes de entregarla a su afortunado dueño en Milán, en un evento en el que el propio CEO de Ducati comentaba:
«Desde 1946 hasta hoy hemos fabricado un millón de sueños que se han hecho realidad para los ducatistas».
«Nuestra fuerza está en el trabajo excepcional que todos los empleados de Ducati llevan a cabo de manera eficiente día a día, lo que contribuye a hacer de nuestras motocicletas algo hermoso, único y deseable. Entregar la moto un millón en las manos de un apasionado Ducatista es una sensación increíble y un incentivo para continuar nuestra trayectoria».
