Que Barry Sheene marcó un antes y un después en el Mundial de Motociclismo es algo que nadie puede dudar. Su personalidad y carisma, junto con un gran talento y capacidad de superación le llevaron a ser una estrella como antes no había conocido el campeonato. Tanto es así que a pesar de haber logrado “únicamente” dos títulos mundiales, en el imaginario colectivo se encuentra a la altura de otros mitos de las dos ruedas que lograron más títulos mundiales, como es el caso de Mike Hailwood, Giacomo Agostini, Phil Read o Ángel Nieto, entre otros.
Muestra de ello es la celebración de su vida en recuerdo del desaparecido piloto británico que ha tenido lugar en un circuito mítico como Brands Hatch y en la que varias de las motos de Sheene, casi todas con el siete en sus carenados, han vuelto a rodar para deleite de los más de 55.000 aficionados presentes en la última cita del British Superbikes celebrada hasta el momento.
Este homenaje ha coincidido en el tiempo con la decoración especial que el equipo Benetts Suzuki ha lucido para rendir tributo al, hasta el momento, último campeón británico en la categoría reina.
