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El futuro de las ciudades está en las motos

Cada vez hay más motos en las ciudades, y todas las ciudades cada día quieren menos coches. Para que esta evolución siga por buen camino, sin perjudicar la seguridad de las motos, necesitamos políticas acertadas desde los ayuntamientos.

Actualmente un 13 por ciento de las personas que se desplazan a diario para ir a sus oficinas o centros de estudio, lo hacen en moto. Del resto, quienes se mueven en coche, bici, transporte público o a pie, un 15 por ciento afirma que está pensando en pasarse a las motos. Es decir, dentro de no mucho tiempo las motos podrían ser un 28 por ciento del tráfico: casi una tercera parte. Algo que casi ninguna ciudad, ni plan de movilidad, ni normas de tráfico, parece tener en cuenta ya que para todos ellos las motos “no existen”, es decir, forman parte del resto del tráfico sin otorgarles diferencias, cuando como todos sabemos son muy distintas, por movilidad y por seguridad.

Dentro de poco casi la tercera parte del tráfico diario serán motos.

De hecho, la mayoría de planes de movilidad de las ciudades pretenden potenciar siempre el uso del transporte público, olvidando que en realidad la gente lo que quiere es ser independiente. Cuando pueden, van a pie o en bici, pero cuando la bici no es una opción, poco a poco se van dirigiendo hacia las motos y scooter, y cada vez menos hacia el coche. Los coches están menos adaptados al tráfico urbano y se van convirtiendo en los “indeseados” tanto por parte de las autoridades como de los usuarios. Pero es que los coches están claramente diseñados para las carreteras: nacieron y evolucionaron para ese tipo de tráfico (en Estados Unidos podríamos tener el prototipo de ello) y claramente no encajan en el entorno de una ciudad moderna europea (o asiática). Las motos están mucho más pensadas para la ciudad, y en concreto los scooter son claramente vehículos urbanos. Incluso su transmisión automática funciona mucho mejor entre semáforos que en carretera: está pensada para esto, para arrancar y parar. Sólo los coches eléctricos se acercan a ese ideal, pero ocupando mucho espacio y derrochando energía por su peso.

El futuro del tráfico urbano son las motos

Bien, entonces estamos de acuerdo que las motos son para la ciudad… pero las ciudades no terminan de adaptarse bien a las motos. El primer problema es que muy pocas ciudades cuentan con especialistas en tráfico, movilidad o seguridad que realmente conozcan la problemática de una moto. Para eso, es necesario, imprescindible, ser motorista: sin ir en moto no se conoce lo que las dos ruedas necesitamos. Cosas tan obvias para tú y yo como que el riego de plantas por la mañana puede ser un gran peligro, o que un puñado de grava en una rotonda es fatal, pasan totalmente desapercibidos para quien se mueve en coche (ya no hablemos si es coche oficial).

Hacen falta personas que vayan en moto tomando decisiones en tráfico o seguridad, o se equivocarán y lo sufriremos.

Esto fue algo que recordó acertadamente Pere Navarro, quien fue Director de la DGT de 2004 a 2011 y antes Comisionado de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona en una época en la que la cantidad de motos se disparó en la Ciudad Condal (1999 a 2004). Fue durante la pasada Jornada sobre Movilidad y Motos organizada por Fundación Pons y Anesdor. Navarro pidió explícitamente que cada gran ayuntamiento tenga entre sus responsables a alguien que sea motorista para no tomar decisiones que sean contrarias al interés (y sobre todo seguridad) de las motos en circulación, algo que suele venir bien también para ciclistas por ejemplo (colectivo que sí está consiguiendo ser representado en algunas entidades).

El futuro del tráfico urbano son las motos

Tenemos mucho en común: la ONU definió los motoristas, como ciclistas y peatones, como los usuarios vulnerables dentro del tráfico. Esto significa que, en caso de accidente, llevamos las de perder. Por eso necesitamos políticas que nos tengan en cuenta, de forma ventajosa, para compensar esa fragilidad. Y hay un dato muy relevante: en España en 2017 y por primera vez habrá más víctimas de tráfico vulnerables (peatones, ciclistas o motoristas) que ocupantes de coches, furgonetas o camiones. Para evitar que, con más motos en marcha, esta situación empeore, es importante que se tengan en cuenta todas las medidas que desde el sector han ido reclamando.

En España habrá este año más víctimas de tráfico vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas) que ocupantes de coches.

Uno de los sectores delicados es el del reparto: la cantidad de mensajeros en moto está aumentando a un fuerte ritmo (20 por ciento anual) y en muchos casos sus condiciones laborales son un riesgo directo para su seguridad. Existe fuera una empresa de pizzas llamada “Hate Late” (“odiamos llegar tarde”) cuyos motoristas llevan detrás del cajón un gran cronómetro que indica cuánto tiempo llevan de camino para repartir ese pedido… obviamente no es lo mejor para la seguridad de sus repartidores y si la sociedad no lo filtra por sí misma (pidiendo a otras empresas, yo jamás pediría a ésa…) habrá que mejorarlo por ley.

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