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En la leyenda: Jarno Saarinen y Renzo Pasolini

Jarno Saarinen y Renzo Pasolini
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Hoy 20 de mayo se cumplen 41 años del trágico accidente en Monza que acabó con la vida de dos de los grandes pilotos del momento. Un instante que hizo que Jarno Saarinen y Renzo Pasolini pasaran de grandes pilotos a mitos del motociclismo.

Jarno Saarinen era un aplicado ingeniero finlandés cuya pasión por las motos le llevó a competir en asfalto a una edad elevada incluso para aquella época, eso sí, antes corrió carreras de “ice racing” en su Finlandia natal. Aquella formación sobre el hielo, la forma que tenía de tomar las curvas con la rodilla en el suelo la trasladó años más tarde a la velocidad, algo que después popularizó Kenny Roberts y que ha marcado el devenir del motociclismo deportivo.

Tras aterrizar en el Campeonato del Mundo en 1969, el “finlandés volador” se hizo un hueco, hasta que por fin en 1972 consiguió el título de 250 para Yamaha. Curiosamente la meta de Saarinen era la de abandonar las carreras una vez consiguiera un mundial y regresar a su Turku natal. Sin embargo Yamaha le convenció para seguir corriendo en 1973 y además subir a 500. Las primeras carreras fueron bien y llegaba a Monza como líder de 500 y también de 250 c.c.

El principal rival en aquella época era Renzo Pasolini, un italiano de 34 años, que con su experiencia y buen hacer, sumado a la competitividad de su Aermachi, terminó segundo en el campeonato de 250 en 1972. Pasolini, nacido en Rimini en 1938, comenzó corriendo motocross, para dar el salto a velocidad en 1965. Desde entonces compitió en 250, 350 y 500, tanto con Aermachi, como con Benelli. En 1973 afrontaría la temporada con una Harley Davidson y arrancó con un tercer puesto en Francia. Después 2 ceros consecutivos le hacían llegar a Monza con la necesidad de un buen resultado.

El accidente que costó la vida a Saarinen y Pasolini marcó profundamente el Mundial de Motociclismo

Pasolini y Saarinen encabezaban el pelotón aquel trágico 20 de mayo, cuando “Paso” perdió el control de su Harley Davidson. Jarno, que venía tras él no pudo evitar el impacto. Ambos fueron a toda velocidad contra el guardarraíl cubierto de balas de paja que amenazaba a pie de pista y cruelmente rebotaron de nuevo al asfalto, donde sus cuerpos fueron atropellados por diferentes pilotos, Walter Vila y Víctor Palomo entre otros. Como consecuencia del duro impacto Jarno y Renzo fallecieron en el acto.

Aquel desastroso domingo es conocido como “la tragedia de Monza” y tanto conmocionó al mundo de la moto que incluso Yamaha se retiró de la competición solo unos días después.

Se barajaron diferentes causas sobre qué causó el accidente. Hubo quién apuntó a una mancha de aceite en el asfalto dejado precisamente en la carrera anterior por Vila. También ser barajó la posibilidad de un gripaje de la moto de Pasolini, pues el motor había sido pasado de refrigeración por aire a agua recientemente. La única realidad es que aquel accidente no habría pasado de un susto de haber dispuesto de una escapatoria adecuada tal y como la que existe hoy en día y que en parte se debe a los dos grandes pilotos que pasaron a ser inmortales hace hoy 41 años.

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