Aunque la cosa pintaba fresquita, vencimos la pereza y el domingo nos acercamos a Pingüinos para darnos un baño de ambientazo motero.
La cosa tiraba para meterse en casa, más aun cuando a las 8:30 de la mañana el mercurio de la Sierra de Madrid marcaba la nada despreciable cifra de -12º. La carretera estaba bastante helada. Al salir de casa así estaba la cosa:
Mucho frío a primera hora de la mañana
El paisaje, con los primeros rayos del sol, dejaba unas estampas preciosas que nos acompañarían durante todo el viaje de ida hasta llegar a nuestra meta.
Vale la pena ver tanta hermandad y tan buen ambiente, la gente tiene un valor enorme para pasar las noches en esas tiendas de campaña a temperaturas gélidas, realmente tiene su mérito.
En el pinar se podía ver a los últimos valientes acampados
Moteros de todas partes y de los sitios más distantes formaban la gran fiesta.
De Gran Canaria venían estos compañeros ¡menudo cambiazo de aires!
Si estás pensando en cambiar de moto, Pingüinos es un sitio ideal para coger ideas. Nos topamos con las motos más raras del mundo.
Pedazo de bicho. Lo que está claro es que el acompañante viaja cómodo.
Este año se notaba menos gente que venía a pasar el día, seguramente a causa de las nevadas y heladas de los dos últimos días pero, aun así, la gente que hace posible la gran concentración invernal hizo que cada rincón del pinar de Puente Duero Esparragal fuera una auténtica fiesta motera.
Mucha gente disfrutando de todos los eventos
No hay frío que no se combata adecuadamente con un buen bocadillo de parrilla y la compañía de los camaradas de andanzas, así que al poco de llegar nos dejamos guiar por nuestro olfato hasta que dimos con el chiringuito.
El bocadillo de panceta aportó las calorías para combatir el duro frío.
Mucha tienda para adquirir accesorios, recuerdos o cualquier tipo de prenda motera.
También se podía dejar la moto en el taller de Repsol para realizar algún mantenimiento rápido.
Las motos preparándose para el regreso.
Bueno, aunque la visita fue corta, al menos hemos podido disfrutar por unas horas del compadreo de este mundillo, con el que nos sentimos más que identificados.
Nos vemos en Pingüinos 2010.