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Ice Speed Racing Week: una semana de velocidad sobre hielo

Fotos: Landracing
A imagen y semejanza de la "Semana de la Velocidad" que todos los años tiene lugar en las salinas de Bonneville (Utah, Estados Unidos). En la parte final del invierno se lleva a cabo en uno de los muchos lagos que quedan congelados en Suecia, el desafío consiste en alcanzar la velocidad máxima. Motos, coches y reactores se ven las caras sobre el hielo.

Igual que las salinas del Bonneville reunen cada año a cientos de aficionados a la velocidad, que buscan alcanzar la máxima velocidad a los mandos de sus vehículos, la pequeña localidad de Arsunda, en Suecia, acoge su propia prueba.

A diferencia de la estadounidense, donde el calor y la sal son los dos principales elementos, en esta prueba es vital el frío y el hielo. El motivo no es otro que este festival de la velocidad se celebra sobre el lago helado de la población sueca, por lo que el calor es incompatible.

A priori, el hielo queda nivelado, aún así, los días previos al evento se pasan máquinas para dejar la pista en las mejores condiciones posibles y retirar la nieve que haya podido caer. A partir de ese momento, la pista está preparada para que pilotos con todo tipo de vehículos busquen batir el récord de velocidad.

Se pueden encontrar aparatos de todo tipo

Una vez se pone el semáforo en verde, la mayor complicación es poder acelerar, pues a pesar de que las ruedas llevan clavos, sin los que sería imposible rodar en un elemento de estas características, la tracción es muy justa y las derrapadas, incluso en recto, son prácticamente inevitable, al menos para vehículos con ruedas. En este festival de la velocidad también participan “artefactos” con turbo reactores sacados de helicópteros que se acoplan con mayor o menor fortuna sobre trineos.

La esencia de este Ice Speed Racing Week es el de disfrutar de tener la posibilidad de alcanzar velocidades de vértigo sobre el hielo y poder pasar una semana de sana competición y compañerismo. Muestra de ello es que en motos se han sobrepasado los 292 km/h, mientras que en coches se han llegado a marcar 327 km/h. En la edición de 2015 han tomado parte cerca de un centenar de participantes, lo que da una idea de la magnitud de un evento totalmente amateur.

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