Los últimos datos publicados por la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre el parque automovilístico español, a 31 de diciembre de 2012, muestran que las motos representan el 9% del total de vehículos que circulan por las carreteras españolas, lo que supone en cifras absolutas, más de 2.800.000. Además, las ventas de motocicletas nuevas no paran de crecer.
Llevamos nueve meses seguidos en los que el mercado de la moto obtiene cifras positivas sin olvidarnos de que circular sobre dos ruedas reduce los atascos en la ciudad. Objetivamente el uso de la moto representa bastantes ventajas. Sin embargo, parece que todo ello no es suficiente para que los partidos políticos tengan más en cuenta a las motos y se impliquen totalmente a la hora de impulsar el uso de este vehículo que mejoraría muchos aspectos de la circulación en nuestro país. Afortunadamente, muy de vez en cuando, aparecen algunas propuestas.
Sin ir más lejos, en los últimos días, Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha presentado en el Congreso una proposición no de ley con la que pide al Gobierno que apruebe una tarifa reducida en los peajes de las autopistas para las motocicletas y otros vehículos ligeros. Una medida que permitiría, según la formación política que dirige Rosa Díez, «reducir los atascos, la siniestralidad vial y las emisiones de gases contaminantes».
La iniciativa, que será debatida en la Comisión parlamentaria de Seguridad Vial y Movilidad, plantea distinguir entre vehículos de cuatro ruedas (como microbuses o furgonetas) y las motocicletas, e implementar para estas últimas una reducción de las tarifas para el uso de autopistas.
Además, desde UPyD recuerdan que «los usuarios de motocicletas siguen siendo los que más accidentes de tráfico sufren» y que, por ello, «sería positivo fomentar un mayor uso de las autovías y autopistas por parte de las motocicletas ya que son las carreteras con menor tasa de siniestralidad».
Otras de las ventajas que traería la implementación de la tarifa reducida son, según la formación magenta, _«el descenso de la congestión en las entradas de las grandes ciudades a determinadas horas” y la reducción de las emisiones de óxidos de nitrógeno porque las motocicletas aportan un bajo porcentaje de las emisiones de esos gases.
No sabemos si finalmente esta propuesta saldrá adelante, ni si los argumentos son los mejores, pero desde luego nos alegramos de que al menos, desde el mundo político, sea quien sea, se piense en el sector de la moto.
