“Sobre siete mil inscritos, algo más que cuatro amigos”, comentaba Mariano Parellada durante la entrega de trofeos bajo la carpa social de Cantalejo, en el mediodía del domingo. Una concentración que ha llegado a su segunda edición como escisión de Pingüinos, o como la propia esencia de la misma, según se quiera entender, después de arrancar el pasado año, no sólo de cero, sino con la precipitación y el contrapié creados tras el cisma de la reunión de motos invernal más importante del continente.
Los ayuntamientos adyacentes también se sensibilizaron con el espíritu de esta concentración, a la que podemos calificar de entrañable, a pesar de su exigua edad. Sepúlveda, Cuéllar, San Pedro de Gallos y Turégano, la han apoyado en diferentes formas y medidas, bien ofreciendo un aperitivo y su hospitalidad a los participantes o bien acogiendo alguna de las actividades más espectaculares.
El Frío, inevitable y necesario
Qué duda cabe de que el altiplano segoviano muestra toda su hostilidad durante el mes de enero, y este fin de semana tampoco ha tenido la consideración de abrir ni el más mínimo paréntesis para hacer más llevadera la pequeña aventura que ha corrido cada motero para acudir a la llamada de La Leyenda Continúa.
Una brisa suave llevaba en su seno el frío más descarnado de la meseta para cortar el cuerpo de los entusiastas de la moto, que hicieron del quiosco del caldo –de regalo y a granel- probablemente el más concurrido y popular de la reunión.
El aroma de la leña quemada, desprendida de las hogueras controladas y con leña gratuita, se mezclaba en la atmósfera de Cantalejo con el fuerte olor de las tiras panceta y de las barras de chistorra pasadas por las brasas para formar la amalgama que penetra en el olfato, llevando la sensación inconfundible de tener los pies plantados en una concentración de motos.
La Leyenda Continúa: el otro ambiente
El nombre que ha tomado el moto club y que ha querido dar a esta nueva concentración, La Leyenda Continúa, pretende transmitir el mensaje de que esta reunión preserva la esencia y el germen que dio origen a la otra; pero sobre todo y a juzgar por lo que también que se vivió en Cantalejo durante el fin de semana, conservar el espíritu que debe de presidir toda concentración de motos, más allá de la fiesta, de la exhibición o de la música.
El protagonismo casi mayoritario de las deportivas y de doble erres, tan común en torno a una carrera, cedía espacio a las maxitrail, a las nakeds y de una forma verdaderamente llamativa a las gran turismo, tanto del planeta común de las dos ruedas como del lado oscuro de la moto.
Por otro lado, la edad media en Cantalejo y el kilometraje medio que acumulaba cada motero asistente en su carné subían llamativamente con respecto a esas reuniones multitudinarias que se forman en torno a la popularidad de MotoGP.
Actividades y protagonistas
Se repartieron en tres escenarios muy diferentes, con tres contenidos bien distintos entre sí. Por un lado, el espectáculo de Emilio Zamora, uno de los pilotos de stunt más carismáticos del país, y uno de los que más público se gana elevando su exultante simpatía sobre cada equilibrio imposible que ejecuta delante de un público entregado y boquiabierto. Emilio no sólo dio su exhibición en Cantalejo, también la llevó a Sepúlveda durante la mañana del sábado.
Por otro lado, la carpa social atrajo a un público, tan entendido como interesado, que escuchó con atención las charlas y conferencias que allí se desarrollaron, protagonizadas en Cantalejo por los grandes viajeros en moto.
Y por último, el rock. Las motos y el rock, el rock y las motos, dos intensas facetas del ser humano que transitan en paralelo.., si es que en el fondo no son la misma cosa. El público motorista reunido en Cantalejo pudo disfrutar de las actuaciones de grupos como La Guardia, Versión imposible, Rico&Roll, Esparadrapo, Los Lagartos rock Band o The Buitre´s Again.
Una concentración de ilustres
Personajes como Gustavo Cuervo, el viajero inagotable, con varias vueltas al Planeta a sus espaldas, Ricard Tomás, que abdujo a los asistentes a su charla con las descripciones de parajes ignotos, rutas perdidas y paisajes de fantasía en tierras de Tayikistán; Alicia Sornosa que habló también a la concurrencia de sus últimas andanzas por la India sobre la moto más india de todas las motos, la Royal Enfield, y los grupos que la han acompañado. Otros nombres del viaje universal en moto, como el de Quique Arenas, que presentó su libro Amazigh, en moto hasta el desierto; o de renombre más reciente, como el de María Elsi, con su viaje a La India, también mantuvieron atrapada la atención de los moteros que se dieron cita bajo carpa social.
Pero los ilustres no sólo contribuyeron a dar brillo al encuentro con su participación en el programa de actividades que La Leyenda Continúa había preparado, también otros, simplemente, se dejaron caer por allí, tras el correspondiente viaje en moto, otros personajes populares, como el propio Mela Chércoles, y caras conocidas de todos desde décadas, vistas de forma repetida en diferentes reuniones motociclistas.
Homenaje a Bultaco
En el anexo de la carpa social dedicado a los stands, se montó una breve pero representativa exposición con los modelos más carismáticos de la marca. Desde una Frontera Gold Medal 250 hasta una de las primeras Shepas, pasando por la simpática Chispa de 50, por una Mercurio 155 y la inevitable Metralla MK2.
También, en la entrada del recinto, pudimos ver expuesta una Harley prebélica, posando toda su majestuosidad sobre una larga alfombra roja.
El lado más solidario
Los incansables chicos de la asociación Rodando contra el Cáncer también estuvieron presentes con su ya característico entusiasmo. Su stand fue uno de los más visitados, recogiendo la solidaridad, en forma de donaciones y kilómetros, que particularmente siente el colectivo motero por las buenas causas.
Más actividades
La más emotiva, sin duda, fue el desfile de antorchas del sábado por la noche en memoria a los motoristas fallecidos; pero también se montaron rutas libres a Cuellar y a Sepúlveda, que aparte del aperitivo en la plaza de cada localidad, incluían la visita al Castillo de los Duques de Aburquerque y al Santuario de Nuestra Señora de la Peña, respectivamente.
El fin de fiesta lo puso la entrega de trofeos, una ceremonia entrañable, durante la que se puso de manifiesto el espíritu colectivo que une a los amantes de la moto en todas sus versiones.
Camino de 2018
La senda se marcó con trazo discontinuo en 2016; ahora, en esta segunda edición ha quedado grabada, asfaltada y reflejada en todo mapa motero que se precie; tan sólo queda seguirla, dejarse llevar, para que en 2018 y años sucesivos crezca y crezca con el propio entusiasmo que lo hace el colectivo motero.
Ahora, claramente, La Leyenda Continúa.
