Si he sacado en claro algo después de las largas horas de investigación buscando las diez motos más feas del mundo es que extrapolar la mecánica de los coches a las motos, además de ser técnicamente complejo, es un error estético casi siempre. Y otro buen ejemplo es esta Boss Hoss V8. Si, como lo lees: una moto con motor V8… el típico motor de coche americano, montado sobre dos ruedas.
Lo cierto es que no sé si calificarla de fea. Impresionante, seguro. Y poco lógica también. Construida de forma semi artesanal en Tennessee, emplean motores GM de 6.200 cc y 4.800 cc. Potencias de 295 ó 445 CV, con cajas de cambio semiautomáticas de dos velocidades y un par motor en “la grande” de unos 600 Nm a 4.750 rpm. Y claro… “sólo” unos 500 kg en seco.
Tienes, si quieres, versiones “trike”, que si bien son más feas todavía, te aseguras de que no se caiga al suelo, que en este caso debe ser un problema mucho mayor que una simple rotura de maneta o un arañazo en la pintura. Verlas acelerar en primera, con sólo un golpe de gas, impresiona, desde luego, pero en recta. ¿Cómo entrará este aparato en las curvas? De milagro, seguro.
