Como se suele decir el año 2017 nos deja noticias buenas y malas, así que miraremos primero las malas para dejarlas atrás cuanto antes. Cerraremos el año con algunas cifras negativas: lo peor, sin duda, es que habrá habido un repunte en el número de víctimas de accidentes, algo que ocurre en general pero en accidentes de motos en particular. Aunque cada muerto, y cada herido, son un drama, por desgracia en 2017 habremos perdido más motoristas que el año anterior.
Esta noticia, que es mala en sí misma, es peor cuando descubrimos que uno de cada cuatro fallecidos en moto tenía demasiado alcohol en la sangre; uno de cada tres si nos centramos en los que tuvieron en accidente en ciudad. Sabemos hace años que el alcohol (o las drogas) están presentes en muchos accidentes de tráfico, pero hasta ahora con las motos parecía que estábamos al margen de esto: ya no es así. Por otra parte en 2017, y a falta de las cifras oficiales definitivas, por primera vez en España habrá habido más víctimas entre los llamados “usuarios vulnerables” de las vías: peatones, ciclistas y… motoristas. Más, como digo, que fallecidos que fueran en coche u otro vehículo que les hace menos vulnerables.
Por desgracia en 2017 habremos perdido más motoristas
La otra cifra negativa está en las ventas de motos, que como hemos visto a lo largo del año se han ido quedando por debajo de las de 2016, y terminarán en torno a un 7 u 8 por ciento menos. Es malo, sí, pero teniendo en cuenta el “efecto Euro4” que nos ha dejado motos más caras en 2017 y que provocó notables rebajas y liquidaciones en 2016, la verdad es que no me parece tan negativo haber perdido menos de un diez por ciento de ventas. Quiero decir, que podría haber sido peor todavía: cuando subió el IVA, por ejemplo, el efecto económico fue menos notable y afectó más (mal) a las ventas. Para 2018 se espera que las cifras se recuperen y se acerquen a las de 2016, o quizás las superen, lo cual es un síntoma de muy buena salud si tenemos en cuenta que se conseguirá sin ofertas ni rebajas.
2018: mejor imagen
Cada día se ven más motos en el tráfico diario y, salvo excepciones, cada día nuestra imagen mejora. Sabemos que en torno al 13 por ciento del tráfico diario se realiza en moto, pero de los demás usuarios (que usan coche o transporte público) hasta un 15 por ciento está pensando en pasarse a la moto. Es algo muy bueno, las motos siguen siendo “deseables”, y significa que en un plazo medio en torno a la cuarta parte de los desplazamientos se harán en moto. La única excepción a esto es el aumento reciente de motoristas “profesionales”: el auge de los negocios de venta en línea ha implicado unas necesidades de reparto y distribución crecientes, y basta pasear por cualquier ciudad española para darse cuenta de la cantidad de mensajeros y repartidores que inundan sus calles. Sus condiciones laborales dejan mucho que desear y es algo que deben mejorar entre las autoridades implicadas (tráfico y sindicatos).
Gracias a Google Maps y Waze, muchos descubrirán cuánto tiempo se puede ganar yendo en moto
Pero la imagen de la moto, como decía y salvo esa excepción, va a mejor. Y durante 2018 mejorará todavía más. Una noticia reciente que me parece muy importante es que las aplicaciones más usadas para calcular itinerarios, Google Maps y Waze, van a tener en breve una opción más a las actuales de ir en coche, bici o transporte público: la moto. Esto, que podría parecer poco importante, creo que es un cambio trascendental y será una ayuda inesperada que los fabricantes (y usuarios) tenemos que celebrar. Porque, así, cualquiera de los millones de usuarios de estos sistemas podrán comprobar con un clic cuánto tiempo se gana yendo en moto, aunque sea por curiosidad. Va a ser una campaña indirecta buenísima, y si no al tiempo.
Novedades en la DGT
En las últimas semanas la DGT ha dado a conocer algunas inversiones que, para variar, nos han parecido interesantes o positivas. No, esta vez no se han gastado millones en instalar más radares, que sabemos suelen ir a parar a zonas despejadas sin otro peligro que el económico para el bolsillo de los que pasan por allí, ni en montar más (carísimos) radares tampoco en helicópteros, aunque está en marcha aquél plan de usar aviones, algo que en teoría precisamente deberá servir para reducir los costes de los actuales y caros “Pegasus”. Caros, y en mi opinión inútiles salvo para conseguir grandes titulares: estoy ya cansado de ver “pillado a 200 km/h” alguien en una carretera despejada y sin provocar ningún accidente ni un riesgo real…
Menos radares y más controles de alcohol y uso del móvil: algo que podría ser verdad en 2018
No. Las inversiones se han ido esta vez a más aparatos para realizar controles de alcohol y drogas, a furgonetas para ayudar en esa tarea, y a la renovación de muchas motos de patrulla. Los controles (y correspondientes sanciones) parecen ser la única forma de conseguir que la gente en general tome conciencia de la gravedad del problema, que por cierto y como más arriba comenté no es sólo “de los coches” sino también nuestro ahora mismo. Echaré de menos (pero están a tiempo) que también se realicen campañas serias, de concienciación pero sobre todo de control y sanción, del uso del móvil. Esta es una lacra que sí es exclusiva de los coches (y furgonetas o camiones) pero que las motos sufrimos mucho, pues no hay día que alguien no te dé un susto y le descubras móvil en mano… Es tan fácil como tener una patrulla en una glorieta, y (además de vigilar que se traza correctamente, de paso) fijarse en las manos de los conductores.
¡Feliz 2018!
Ojalá consigamos que para 2018 haya muchos menos conductores distraídos, muchos menos borrachos o drogados, y que nos dejen un poco tranquilos desde el aire, porque a veces en moto lo más seguro no es circular de la forma más legal. Ojalá que en 2018 celebremos un nuevo descenso en las víctimas de accidentes, y mejor todavía que de una vez dejemos de ser eso, víctimas de los errores de otros en tantas ocasiones. Algo que quizás llegue en 2018 será la obligación de usar guantes además de casco, que no veo mal (jamás vamos en moto sin guantes, y en verano para eso los hay finos aunque protectoras). Y ojalá, por fin, que se vendan más motos, porque eso querrá decir que nos va mejor a todo el mundo: habrá más competencia, mejores precios, mejores seguros… Por pedir, que no quede: ¡Feliz Año Nuevo!
