El proceso de liquidación y de búsqueda de nuevos dueños continúa en la fábrica de Gas Gas. El último episodio (por el momento) se vivió ayer con la visita de directivos de KTM y Pierer Industries, algo que no ha sido del agrado de la plantilla de la marca española. Los trabajadores de Gas Gas no se fían de las ofertas que pueda poner sobre la mesa la firma naranja, ya que se piensan que su intención no es reflotar la empresa, sino cerrar definitivamente las instalaciones para eliminar competencia o para llevarse esa posible producción a otro país.
La delegación de KTM fue recibida con una quema de neumáticos a las puertas de la fábrca de Salt y con un cartel con el lema “KTM, ésta no es tu casa”. Según el comité de empresa de Gas Gas, la visita de KTM, guiada por su anterior consejero delegado, Ramón Puente, no era legal ya que cualquier actuación que afecte al futuro de la compañía debe estar aprobada y supervisada por el administrador concursal. Tras algunas discusiones, los trabajadores permitieron que los representantes de KTM entraran en las instalaciones.
«Este no es el futuro que queremos para Gas Gas motos, con lo cual, hemos decidido toda la plantilla, darles la bienvenida. Con el mensaje de que, ésta no es tu casa, les queremos dar a entender, que no permitiremos que compren nuestras instalaciones para cerrarlas y deteriorar más el poco tejido industrial nacional que nos queda. El sector off-road nacional no se quedará de brazos cruzados mientras unos oportunistas buscan lucrar y monopolizar el sector europeo de las motocicletas utilizando un entresijo de empresas para hacerse con la totalidad del mercado».
En la mente de los trabajadores está el cierre de la planta de Husqvarna en Varese (Italia), meses después de que Stefan Peirer se hiciera con la marca sueca tras comprarla a su anterior dueño, BMW. En Gas Gas se temen que Peirer quiere hacer lo mismo con Salt y llevarse la producción fuera de España. La diferencia entre Gas Gas y Husqvarna es que en Italia se anunció el cierre cuando existía producción, mientras que en el caso de la española la fabricación de motos se paró hace meses y en la actualidad la firma está en un concurso de liquidación y venta de su unidad productiva.
