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Los miedos de Stoner

Fotos: Repsol Honda
Todos tenemos nuestros propios miedos y a todos nos cuesta superarlos, si tenemos la suerte de hacerlo. Pero cuando nos impiden llevar a cabo nuestro trabajo de una manera óptima el asunto es más serio y tenemos el deber, como profesionales, de enfrentarnos a ellos. Los pilotos MotoGP no están exentos de este deber.

Todos tenemos fobias, miedos irracionales que nos agobian en la mayoría de los casos desde muy pequeños. El mío en particular son la agujas, si queréis ver a alguien pasarlo mal ese soy yo cuando me hago un simple análisis de sangre. Me pasa desde crío y ya tengo casi asumido que me durará toda la vida.

Afortunadamente, no tengo que tratarlo porque no me resulta un impedimento ni en mi vida profesional ni en mi vida privada. El de Casey Stoner son las intervenciones quirúrgicas y sí le está causando serios problemas en su vida profesional. El australiano no quiere saber nada ni de médicos ni de bisturíes, sobre todo de lo segundo. Cuentan algunos medios que ya vivió un episodio de pánico al quirófano en su primera temporada en la categoría reina cuando militaba en el LCR. Todo se debió a un problema en el hombro. Perdió tres meses en busca de medicinas alternativas cuando sólo el quirófano daba garantías de solucionar el problema. Después de perder el tiempo acabó pasando por el aro y lo resolvió en 10 días.

Este año se encuentra en la misma situación, pero no parece haber aprendido de errores pasados permitiendo que sus miedos le cuesten puntos en el campeonato. Desde la pasada carrera de Silverstone, aunque se hizo público y notorio en Losail 2012, se le detectó el síndrome compartimental. El Dr. Ángel Villamor, autentico número uno en la cirugía traumatológica a nivel mundial, encargado de operar a la mayoría de los pilotos del mundial de esta dolencia, la denomina en su web: “la amenaza silenciosa de los pilotos”. Padecerlo en los ´80 significaba la retirada de la competición, los síntomas en antebrazos y manos son: inflación, hormigueo, calambres, debilidad y dolor agudo. Esto a más de 300 km/h es un auténtico problema. En el 2012, tratado por los especialistas adecuados, el síndrome compartimental se trata con una sencilla cirugía que elimina el estrangulamiento de las fibras musculares permitiendo al piloto volver a la alta competición con normalidad en siete días. Si, habéis leído bien, siete días.

Si observamos las carreras de este año esta amenaza para Casey ha sido silenciosa, no obstante ha estado muy presente. La inflamación de su antebrazo derecho en Losail permitió al tenaz Lorenzo remontarle una diferencia notable. Casey acabó tercero perdiendo unos puntos que hubieran sido suyos si su físico le hubiera acompañado. En Jerez gana, pero reconoce al finalizar que los problemas físicos volvieron a aparecer y pudo dejar la puerta abierta a Jorge, que de no haberse equivocado con la elección de neumáticos le hubiera remontado nuevamente. En la carrera de Estoril vuelve a ganar, pero sufre inflamación al principio de la carrera, incluso le hizo cambiar la trazada mediada la prueba como explicó en televisión.

También contó, que a medida que en Honda van corrigiendo el problema de chattering, sus problemas de antebrazos también van disminuyendo. Pero el síndrome compartimental puede volver a aparecer en cualquier circuito y en un mundial tan apretado el recuento de puntos perdidos al final podría costarle el 1 que luce en su carenado.

Pero lo que es más sorprendente no es que Stoner, cabezota como buen australiano, no quiera enfrentarse a sus miedos, sino que Honda se lo permita. En este campeonato, donde para estar en el podio exclusivo de tres pilotos cada punto cuenta, y los pequeños detalles van a ser definitivos. Es incomprensible que Honda vuelque sus esfuerzos en ganar milésimas por vuelta y al mismo tiempo permita que su piloto estrella eche por la borda puntos del campeonato por no querer operarse. Si se pierde el campeonato por méritos de otros se asume y se trabaja para recuperarlo el año que viene, pero perder el campeonato por no hacer todo lo necesario, incluido pasar por el quirófano, es absurdo y poco profesional. De momento ha ganado dos de las tres carreras disputadas, pero ¿es necesario que pierda para que afronte su problema? Intentando explicar la actitud de la fábrica del ala dorada sólo cabe pensar que andan más preocupados porque Stoner renueve y esperan a tenerle bien atado para poder apretarle las tuercas, aunque esto sólo es una suposición.

Personalmente me parece una autentica delicia ver pilotar a Casey, como lleva cruzada la moto en las curvas, como marca el asfalto con la goma a golpe de gas, como nos levanta del sofá en cada maniobra… Tiene ese aire de piloto de vieja escuela, de los que se veían en las 500 2T, los auténticos culpables de que la mayoría de nosotros nos aficionáramos al motociclismo. Pese a todo su talento natural en la pista no es un héroe de comic, tiene sus miedos y puede cometer errores tanto en la pista como fuera de ella. Y en este principio de temporada 2012 el peor enemigo de Casey no es ninguno de los otros pilotos de la parrilla, su peor enemigo son sus propios miedos, los miedos de Stoner.

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