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Luis Salom in memoriam

Tras el accidente de Luis Salom, llegaron las peores noticias posibles: el piloto mallorquín ha fallecido, nos ha dejado con sólo 24 años tras una brillante trayectoria en el campeonato, marcada por una calidad humana extraordinaria.

Luis Salom nos ha dejado con sólo 24 años. Su vida ha estado marcada por la pasión por el motociclismo, una pasión arraigada en el seno familiar. La familia Salom es muy conocida en Mallorca, donde su abuelo regentaba una de las tiendas de motos más populares de la isla, así que no es de extrañar que tanto Luis como su primo David, que ha desarrollado su carrera deportiva en paralelo a Luis dentro del Mundial de SBK, terminaran corriendo en moto.

Luis comenzó a correr a los ocho años, en Supermotard 50, y poco a poco fue creciendo en las diferentes categorías del activo campeonato balear. Con 13 años ya es campeón de 125, y dos años después debuta en el CEV, al tiempo que es seleccionado para la Red Bull Rookies Cup. Aquellos años, Luis se multiplicó. Corrió ambos campeonatos en 2007 y 2008. En esa segunda temporada internacional optó a los dos títulos, pero terminó batido por Efrén Vázquez en 125 y por JD Beach en la Rookies.

Era evidente que era uno de los jóvenes talentos que apuntaba alto en el Mundial, así que en 2009 se hizo con un hueco en 125. Esos primeros años fueron difíciles e ingratos, pero Luis siempre contó con la fortaleza de María Horrach, su madre, que estuvo permanentemente alentándole desde el box, sufriendo y pasándolo mal, pero orgullosa de ver como su hijo, poco a poco, se hacía con un hueco entre los primeros de la categoría. No fue fácil, le tocó bregar con material poco competitivo en una etapa donde si no tenías una Aprilia “pata negra” poco había que hacer. Hasta corrió con Lambretta, pero enseguida cambió de tercio y dio un paso adelante nada fácil.

Luis Salom y su Kalex Moto2

Cuando llegó el Mundial de Moto3 no se rindió. Desde la humilde estructura RW Racing se aupó al subcampeonato del mundo con una Kalex-KTM, sumando sus primeros podios y victorias, ratificando su calidad con el subcampeonato del mundo. Eso le abrió las puertas de KTM, y en 2013 entró por la puerta grande, el Team Ajo.

Con la escudería finlandesa, Luis tocó el cielo, ofreciéndonos una de las más vibrantes temporadas que se recuerdan en el campeonato. Controló con autoridad la temporada, pero una inoportuna lesión le dejó mermado, le dieron caza y terminó jugándose el título a una carta en Cheste, en la última e inolvidable carrera del año, con Maverick Viñales y Alex Rins. Allí la fortuna le dio la espalda, porque se cayó antes del desenlace de la carrera y no tuvo opción a la corona.

En 2014 pasó a Moto2, por la puerta grande, el equipo de Sito Pons. El salto de categoría no fue sencillo. No obstante, Luis no tardó en sumar podios y convertirse en uno de los pilotos fuertes de la categoría. Pero le costó destacar. Sufrió mucho, peleó con la garra de siempre, nunca se rindió. Al final, tras dos años en el equipo, esta temporada le tocó cambiar de aires. Recaló en SAG, una modesta y laboriosa estructura, a la que regaló el mejor resultado en la carrera deportiva del equipo con el segundo puesto conseguido el pasado mes de marzo en Qatar. Eso le devolvió la sonrisa y la fe.

Luis seguía luchando para mantenerse en el “top ten” del campeonato, por ser un piloto de peso en el campeonato. Ahora toda la familia del “paddock” se encuentra en estado de “shock”, incapaz de reaccionar. Luis nos ha dejado muy rápido. Pero seguirá con nosotros por siempre.

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