La vida le ha dado un vuelco en pocas semanas a María Herrera. Del sobresalto vivido cuando el equipo LaGlisse se vio forzado a renunciar al Mundial de Moto3 por problemas presupuestarios, se ha pasado a la esperanza por encontrar un nuevo equipo donde ubicarse. Esfumadas enseguida sus opciones con el Team RBA, Herrera no perdió la esperanza y al final se ha conseguido obrar el milagro: seguirá con LaGlisse en el Mundial de Moto3.
No ha sido una labor sencilla llegar a buen puerto. La colaboración de Dorna e IRTA, que dejaban la puerta abierta a la escudería madrileña para reincorporarse al campeonato cuando disfrutara de circunstancias favorables, ha sido clave, pero también la capacidad de María y su familia de conseguir los recursos necesarios (se habla de medio millón de euros), que inicialmente no obtuvieron. Parece que haya sido necesario llegar a una situación límite para conseguir el patrocinio.
Pero el elemento fundamental para que los buenos propósitos se hicieran realidad ha sido KTM, que el pasado viernes confirmó el material de María Herrera, que ya viaja con destino a Jerez, donde el próximo miércoles 2 de marzo comenzarán los últimos entrenamientos de la pretemporada, en las que veremos en pista a todos los pilotos de Moto2 y Moto3.