Los cambios más evidentes respecto a la Touring estándar están vinculados al perfil del asiento, al asidero cromado y los flancos laterales inspirados en la T3, además de una relación entre las dimensiones del depósito y del motor a favor de este último, precisamente como en el estilo de las gloriosas V7 y V850.
A esta impresión contribuye sobre todo el ingenioso depósito, de metal, con un cuerpo central de 21 litros y dos laterales, en los que va encajado el logotipo del Águila, perfilados en potentes grupos térmicos con motor de 1.400 cc de cabeza redondeada.
La peculiar forma poligonal del proyector domina el elegante frontal, que incorpora además, como es tradición en la California, el parabrisas y los faros suplementarios recubiertos a juego con la carrocería y unos nuevos deflectores delanteros. Las llantas de aleación ligera, con un diseño mil rayas como el aro del faro delantero, de los faros suplementarios, del manillar y de las tapas de las válvulas. También la horquilla de 46 mm es otra evocación a los antepasados.
Destinada a los amantes de machacar kilómetros, la California Touring S.E. destaca por confort y capacidad de carga, gracias a su generoso asiento y a las amplias y elegantes maletas laterales de 35 litros, a la presencia del control de velocidad y a la acción mitigadora de las vibraciones accionada por la sujeción elástico-cinemática del propulsor. Este último es el escultural bicilíndrico de 1.380 cc, líder absoluto mundial por prestaciones y consumos y está equipado con la gestión electrónica del propulsor Ride-by-wire multimapa. Esta tecnología permite poder escoger entre tres mapas de gestión del motor: Turismo, Rápido y Lluvia.
Los posibles deslizamientos se minimizan gracias al control de tracción (MGCT), configurable en tres niveles de intervención, aumentando así la seguridad activa sin perjudicar las prestaciones.
