Hay una nueva regulación sobre entrenamientos que afecta especialmente a los pilotos de Moto2. En esta categoría, y en Moto3, se ha establecido un máximo de 10 días de entrenamiento, aparte de las pruebas IRTA oficiales que se han programado en Jerez (del 2 al 4 de marzo) y Losail (11 al 13 de marzo). La cuenta de los días se inicia al día siguiente del último Gran Premio (Valencia 2015) y finaliza dos semanas antes de la última carrera (Valencia 2016).
Estas pruebas se pueden desarrollar en cualquier pista, con la única limitación de que una vez iniciada la temporada no se podrá entrenar en los 14 días anteriores a la disputa de una carrera de Mundial.
Pero en esta temporada la norma se ha detallado mucho más. Cuenta como entrenamiento cualquier sesión con la moto del campeonato, sea o no una pista del Mundial. De esta forma, para evitar que contabilicen las pruebas realizadas en alguna de las pistas españolas donde habitualmente entrenan los mundialistas (Cartagena, Almería, Albacete…), los pilotos suelen entrenar con una moto de Supersport, normalmente una Honda CBR600RR. Pero cuando se trata de una pista mundialista, si se rueda con una CBR se contabiliza como entrenamiento, y por eso se trabaja con otra mecánica.
Eso explica por qué Alex Rins acudió al Circuit Ricardo Tormo, escenario del Gran Premio de la Comunidad Valenciana, con una Yamaha YZF R6 de Supersport. De esta forma, este entrenamiento no le contabiliza dentro de las diez jornadas, de las cuales ya ha consumido dos en las pruebas que realizó en Jerez con su Kalex en noviembre.
Otros mundialistas, como los hermanos Pons, Luis Salom, Jesko Raffin, Jonas Folger y Marchel Schrotter, han optado por rodar en Cartagena con Honda CBR600RR, porque al no ser un circuito de Gran Premio, estas sesiones de pruebas tampoco cuentan dentro de las diez jornadas.
Eso explica por qué en Cheste hay tan pocos pilotos de Moto2, ya que prefieren “guardarse” días y concentrar su preparación en las pruebas oficiales, que no cuentan. También hay que entender que en Moto2 las pruebas de pretemporada no son tan importantes como en MotoGP y Moto3, porque la mayoría usa la misma moto, Kalex, y apenas hay diferencias sustanciales de una temporada a otra, con lo que el trabajo de desarrollo y puesta a punto es muy básico.
