Por aquel entonces el GP de Argentina se disputaba en el Autódromo Óscar A. Gálvez, en Buenos Aires y ocupaba uno de las últimas fechas de la temporada, aquel año en concreto la decimotercera y penúltima cita del año. Aunque Jorge Martínez “Aspar” ya contaba con cuatro títulos mundiales en su poder, tres de ellos en 80 y uno en 125, esa temporada la Aprilia de Sakata y las Honda de Ueda, Tsujimura eran las dominadoras. En una categoría tan ajustada como fue siempre 125 c.c. el motor contaba mucho, tanto o más como la parte ciclo. Sin embargo, Aspar pilotaba una Yamaha, que pese a los intentos del valenciano y su equipo no se acercaba lo que debiera a los hombres de cabeza. De hecho, hasta llegar a la prueba de Argentina, Aspar había sumando únicamente dos podios, uno Shah Alam (Malasia) donde fue segundo y otro en Assen, que terminó tercero. El resto de la temporada su puesto habitual estaba entre el 5 y el 10.
Sin embargo para la carrera de Argentina el equipo de Aspar decidió experimentar con el chasis de la Yamaha. Para el piloto y los técnicos existía la necesidad de aumentar el ángulo de la dirección de la moto y en aquel momento aquello únicamente se podía hacer de una manera, cortando y volviendo a soldar. Los avances técnicos que hoy permiten avanzar o retrasar el ángulo en segundos eran una quimera y no dudaron en “coger la radial” y recortar para adaptarlo. Todo esto lo hicieron en las instalaciones del equipo, pero había que probar si funcionaba en Argentina.
Desde el primer momento “Aspar” se sintió cómo con la moto, que le permitía trazar y deslizar la rueda sin asumir tantos riesgos y además conseguía de esta manera realizar un paso por curva mucho más rápido. En carrera precisamente ese paso por curva, sumado a las frenadas que caracterizaban a “Aspar” lo llevaron a luchar por la victoria frente a Noburu Ueda y la victoria fue a parar a manos del piloto de Alzira. Con ello eran 37 las victorias que sumaba y nadie podía presagiar que fuese la última. Jorge Martínez “Aspar” siguió en activo hasta 1997, incluso se proclamaría Campeón de Europa en 1996, pero no consiguió ninguna victoria más en el Mundial. Aquella mañana en Argentina lograría el último gran triunfo de una trayectoria brillante.
