Los sueños, esperanzas, planes e ilusiones que tenía Marco Simoncelli se marcharon de manera precipitada y violenta la mañana del 23 de octubre de 2011. Aquel día gris, el motociclismo perdía una estrella emergente y ganaba un mito, que con el paso del tiempo va ganando fuerza gracias a la Fundación Marco Simoncelli y a la llama que mantienen viva todos aquellos que lo conocieron en vida y los miles de aficionados que aplaudieron sus adelantamientos al límite.
Carmelo Ezpeleta ha condecorado a los padres de Simoncelli con una medalla grabada con el mítico 58 en presencia de los medios de comunicación y Vito Ippolito en representación de la FIM.
Actualmente y con la incorporación de “SuperSic” en entrar al “Hall of Fame” de MotoGP son 21 los pilotos que se han ganado ese derecho, entre los que destacan Giacomo Agostini, Ángel Nieto, Mike Hailwood, Jarno Saarinen, Kenny Roberts, Daijiro Kato, Wayne Rainey o Kevin Schwantz entre otros. El último piloto condecorado fue Casey Stoner, que recibió el galardón en el último GP de Australia.