La irrupción de las motos japonesas en el mercado de la moto europea de los ’70 casi acaba con todos los “clásicos” fabricantes europeos debido a la alta fiabilidad y prestaciones de sus mecánicas pluricilíndricas. El único “pero” achacable era que los chasis, en la mayoría de los casos, nunca estaban a la altura. Por eso, aquella etapa significó la edad de oro de fabricantes artesanales como Bimota, Moko, Spondon, Harris, Rickman, Egli, Martin, Brune, Verlicchi, Saxon, Magni y tantos otros que realizaron auténticas obras de arte tubulares en acero pulido. Nuestra protagonista equipa uno de los cuatro chasis fabricados por los especialistas británicos de la época Piper Cams.
Además, la estética racer-70’s es total, tal y como eran las motos del todavía Campeonato de Europa de Resistencia que vencieron en 1974 y 1975 en manos de los preparadores Georges Godier y Alain Genoud, con los colores de Kawasaki France. El motor proviene de una Kawasaki GPZ1100 preparado hasta alcanzar los 128 CV, acompañado de una caja de cambio de relación cerrada, megáfono 4 en 1 Devil, frenos Lockheed racing, llantas de magnesio y depósito de gasolina de aluminio entre otros detalles.
Lo mejor de todo es que no hablamos de una réplica, sino de una auténtica “pata negra” de la época que defendió a la marca verde por los circuitos del Reino Unido.
