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Motos que no llegaron a la serie (VIII): Ossa Desert 74

Fotos: Archivos SMN
Ossa, una de las grandes marcas españolas, fue la única que no llegó a hacer nada serio en la cilindrada de los 75 cc. Las motos de los jóvenes fueron una de las asignaturas pendientes de la marca del trébol... aunque sí lo intentaron una vez.

En los años 70 las motos de 75cc tenían éxito. Montesa, con las Cota 74, Enduro 75L y posteriormente con las H6, 80H7 (realmente 75cc, aunque por motivos de “marketing” de la época se llamó 80) y Crono 75 fue, de las marcas de motos “grandes” la que mejor lo hizo. Bultaco no tuvo tanto éxito con las Frontera 74 o Sherpa 74 pero si con las Lobito. También lo intentaron en el asfalto, primero con la Junior 74 de finales de los 60 y después con sus descendientes más populares, las Streaker.

Pero eran las marcas “especialistas” en las bajas cilindradas las que triunfaban más: Puch, con las Cobra a partir del 76. Y Derbi, cuyas TT y C6 también fueron populares. Otras marcas también tuvieron sus representantes, de ellas, la más interesante en esta historia es la Ducati Senda 75 TT.

De las Desert grandes, la 74 tomaba los colores, el nombre y cierto aire. No se parecía mucho

Ossa sabía de la importancia de este mercado. No sólo suponían ventas de motos: eran la primera moto de muchos jóvenes, que en los “piques” de pueblo defenderían los colores de la marca que llevaban, y así, convertirse en fieles clientes de esos colores. Pero llegaban tarde. Estamos en 1976, las marcas ya tienen sus modelos en el mercado y experiencia con modelos previos de los que pueden sacar, con costes bajos, nuevos modelos. Pero Ossa no. La única experiencia previa con motos pequeñas son las Motopedal, un ciclomotor que se había comercializado desde los años 50, con varias versiones y que llegó hasta el 66. Tras estos, la Ossa “Ossita” (que así se llamaba) 50cc, un ciclomotor de marchas que empleaba el motor Ducati de tres marchas que se montaba en las propias Ducati 50 Mini2, Mini3 y Senda 50, asi como en las famosas Mini Marcelino y, con otro cilindro y retoques, en las Bultaco Chispa.

La Senda 75TT de Ducati era muy parecida: compartían el motor y más componentes. Tampoco fue un gran éxito

Con esa experiencia y con Ducati, con los que ya habían trabajado, en 1976 en Ossa ya no tienen tiempo (y escasos recursos) para hacer un motor nuevo. Confían en Ducati, con los que llegan a un acuerdo para hacer la nueva Desert 74. La moto será una enduro suave, más bien trail, con el nombre y ciertas similitudes estéticas con su gama de enduro “grande” . La moto se llega a ver en fotos e incluso la revista Motociclismo llega a probarla. Y no sólo eso: se convoca un concurso en la revista cuyo primer premio será esta moto. No se que darían a cambio, pero desde luego no la Desert 75, que no llegó a la serie.

Problemas con el acuerdo con Ducati, se alegaron. Posiblemente también haya algo de que la moto nacía anticuada: en este mismo año se presenta, por ejemplo, la primera Puch Cobra, cuyas prestaciones y capacidades todo-terreneras son obviamente muy superiores. Y la moto se quedó en el prototipo. Es más que parecida a la Senda 74 de Ducati, una moto que si bien si se vendió, tampoco obtuvo gran difusión. Derivaba a su vez de la Senda 50, con un cilindro mayor. Se trata de una moto de sólo 63 kilos, 7 cv y cinco marchas, cifras todas ellas alejadas de lo que las mejores motos ofrecían. Por eso, no creo que hubiesen obtenido gran éxito con ella.

La Puch Cobra era, como TT una moto más moderna y efectiva.

Se volvió a intentar después. En 1977 Ossa pasa por graves problemas laborales. Eso, unido a la crisis, hace que la marca no disponga de recursos para desarrollar un producto serio en este segmento. En el 79 Giró, director de la empresa, tiene contactos con Franco Morini: quieren traer un motor, que según sus propias palabras va a ser “un tiro” con el que se hará una nueva gama de carretera de 75 y 125cc para competir con las Crono y Streaker. Como todos sabemos, también se quedó en el tintero.

Un úlitmo intento fue ya en el 83: con un motor Minarelli y el resto derivado de las últimas Ossa de trial se hace la Petit 80. Se lleva al Salón de Milán, donde causa buena sensación: una moto bien acabada y muy atractiva, réplica de las últimas motos con cierto éxito de la marca…y que no llegó a pasar de ese salón.

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