Que Steve McQueen fue un gran actor no cabe duda, sus innumerables apariciones en películas, muchas de ellas como protagonista, lo avalan. Lo que también está fuera de duda es el carácter inconformista y rebelde, del que Terrence Steven McQueen, su nombre completo, hizo gala durante su corta pero fulgurante vida marcado por unos años de juventud complicados en los que incluso llegó a vagabundear. Aunque falleció a los 50 años, cuando aún tenía un gran recorrido por delante, McQueen demostró en innumerables ocasiones su pasión por las motos. En muchas películas aparecía encima de una, dando muestra de sus dotes de piloto, y en muchas no utilizaba dobles. “La Gran Evasión”, película que marcó un punto de inflexión en su carrera, se hizo famosa por la escena de la persecución y salto sobre una Triumph en colaboración con su amigo Bud Ekins.
Pero el material cinematográfico que elevó a McQueen hasta el olimpo motociclista fue On Any Sunday. Este documental de de 96 minutos de duración recogía y narraba las experiencias y uso de la moto en Estados Unidos al inicio de los años ’70 y que estuvo nominada al Oscar al mejor documental.
Aunque el presupuesto no alcanzaba para realizar grandes desembolsos en tecnología, se pueden ser secuencias en cámara lenta, que fueron grabadas con cámaras convencionales modificadas. También fue una de las primeras ocasiones en las que se emplearon cámaras “on-board” colocadas en cascos.
Para muchos, On Any Sunday, que cumple 45 años, es el mejor documental sobre el mundo de la motocicleta que se ha grabado en la historia. Lo que si está claro es que en una época en la que el motociclismo no el deporte de masas que conocemos hoy en día, contribuyó claramente a aumentar su popularidad y aportar otro punto de vista gracias a la aparición de todo tipo de personas pertenecientes a diferentes clases sociales y razas.
Si aún no la habéis disfrutado, ahora podéis hacerlo y si ya la habéis visto, siempre es buen momento para volver a deleitarse con unas imágenes que valen su peso en oro.
