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¿Por qué tenemos 17 precios de carburante distintos?

Fotos: Repsol Media
Muchas veces los usuarios de las gasolineras nos preguntamos por qué existe una diferencia tan grande en el precio de un surtidor a otro, incluso dentro de la misma marca. Y no solo tiene que ver con la guerra comercial, más o menos pactada, entre suministradores. Los impuestos también influyen, y mucho.

La mayor parte de lo que pagamos por la gasolina son impuestos. Más del 55 por ciento de su precio. El coste real del producto no alcanza los 40 céntimos por litro, a lo que hay que añadir todos los costes derivados de su logística y almacenamiento, que alcanza los 13 céntimos/litro, aproximadamente. El precio final de los carburantes depende también de la política autonómica, ya que dentro de los impuestos con los que se carga la gasolina, como el IVA y el impuesto sobre hidrocarburos, existe un tramo autonómico que las Comunidades manejan a su antojo. Este tramo oscila entre un tipo máximo de 4,8 céntimos por litro, y una fiscalidad nula, como es el caso de Navarra, Cantabria, La Rioja y el País Vasco.

Precisamente la llegada de un año electoral ha hecho que en algunas comunidades se modifique o se suprima, lo que hace que el coste del carburante oscile enormemente entre comunidades. Al inicio de la actual legislatura las Comunidades elevaron los tipos impositivos con el objetivo de aumentar su recaudación fiscal y combatir el déficit, la asignatura pendiente de todas las administraciones autonómicas, una cuestión que ha generado no pocos conflictos y desencuentros con la administración del Estado.

En el modo en que tributa el combustible también encontramos alguna incongruencia frente a otros criterios de la Administración. Por ejemplo, la gasolina carga con un mayor tributo que el gasóleo, a pesar de que las emisiones de los motores diesel son más contaminantes. Cuando la contaminación se dispara, los ayuntamientos se plantean la imposición de protocolos medioambientales que, entre otras medidas, restrinjan el uso de vehículos con motor diesel. Sin embargo, el menor precio de este combustible anima al usuario a adquirir vehículos de este tipo por el ahorro que implica el uso de este tipo de carburante.

Lo cierto es que pagamos por la gasolina mucho más de lo que realmente cuesta. Según datos del Ministerio de Industria (enero), la gasolina más barata se encuentra en Navarra, comunidad que eliminó el tramo autonómico del impuesto en 2014. En el extremo opuesto se encuentra Galicia, con la gasolina 0,071 euros más cara.

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