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Presentación Honda CBR500R & CB500F: el futuro ya está aquí

Fotos: Honda
Hace tres décadas, el grupo "Radio Futura" ya introducía la frase del titular de esta comparativa en una de sus famosas canciones de "La Movida". No he podido evitar recordarla después de probar dos modelos de la nueva gama 500 de Honda.

Con estos nuevos modelos 2013, Honda ha buscado con inquietud nuevos conceptos que atraigan un público poco cuidado hasta ahora. Para ellos está claro que el mercado ya ha cambiado y en respuesta a estos cambios, con moteros más interesados en consumos y economías que en prestaciones o sensaciones, ahí están conceptos tan innovadores y distintos como las Integra y NC700.

Y es que, a pesar de la crisis, sigue habiendo gente que le gusta la moto. Gente que además de querer gastar poco en la moto, en su uso y en su mantenimiento, sigue queriendo algo que transmita sensaciones de moto “de verdad”. Aficionados que ahora tienen el nuevo carné A2 que les autoriza a llevar hasta 47 CV.

Cómo son

A este nuevo público van dirigidas las nuevas Honda CB500F y CBR500R. Junto con la nueva CB500X trail que se presentará próximamente, conforman la nueva gama “500” de la marca, una cilindrada a la que vuelven años después de que desapareciera la anterior CBF 500 movidos por los condicionantes de mercado que te explicaba.

Respecto a nuestras protagonistas de hoy, chasis, motor y ciclo son los mismos y con sólo cambios en la carrocería, manillar y posición de conducción, Honda fabrica estos dos modelos en Tailandia para el mercado mundial. Con 47 CV, los mismos de las NC700, la nueva gama 500 usa un nuevo motor bicilíndrico paralelo calado a 180º en el que se ha buscado, no sólo una espectacular eficiencia en cuanto a consumos, sino que además tenga un carácter divertido, con más personalidad que el 700 cc de sus “hermanas mayores”. Para ello se ha recurrido a una arquitectura “triangular”, similar a la empleada en las CBR, y al montaje del eje de equilibrado por detrás del bloque de cilindros, consiguiendo así un excelente equilibrado de masas y un motor muy compacto y corto.

Gran parte de los esfuerzos en su diseño se han destinado a conseguir disminuir pérdidas y lograr así un bajo consumo de combustible. En la distribución se han montado cojinetes interpuestos entre las levas y las válvulas, minimizando así la fricción en la culata. Los pistones emplean un revestimiento rugoso de las paredes que mantienen así menor cantidad de material en contacto con los cilindros. En la caja de aire y respondiendo a los estudios de la marca, se emplea un separador que evita que por turbulencias generadas en su interior uno de los cilindros trabaje con menos aire que el otro, desequilibrando así el motor. Con todo esto se ha conseguido homologar un consumo de 3,5 l. a los 100 Km, lo que confiere a las Honda 500 una impresionante autonomía teórica de 447 km. Y otra consecuencia ha sido espaciar sus mantenimientos hasta los 12.000 km (o anual) y cambio de bujías cada 48.000 km.

El chasis está construido en acero y emplea el motor como parte resistente. Respecto a las suspensiones, se emplea una horquilla convencional de 41 mm y un amortiguador con sistema Pro-Link detrás (regulable en precarga), y en cuanto a los frenos, un sólo disco delante y dos detrás sin sistema de frenada combinada, algo casi tradicional en Honda, pero con ABS de serie en la CBR (5.999 €) y opcional en la CB (4.999 € standard y 5.499 € con ABS).

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En marcha

Tanto la CB como la CBR son motos bastante cortas entre ejes y con el asiento a sólo 785 mm del suelo. Se declaran para ellas más de 190 kg de peso en orden de marcha, pero desde luego los disimulan muy bien, ya que ambas motos se mueven bien hasta en parado. Ágiles desde el principio, con buen radio de giro y una posición de conducción muy cómoda en ambos casos, no son iguales en esto: la CBR lleva semimanillares que, aunque elevados, quedan por debajo del manillar plano y más ancho de la CBF. Apenas notarás una ligera inclinación mayor de la espalda en la “deportiva” a baja velocidad pero desde luego en carretera a mayor velocidad si se nota la falta de carenado de la F y lo bien diseñado que está el de la CBR: es “canijo”, se ve bien integrado paro parece que no va a ser útil… hasta que no lo pruebas.

Son agradables de motor, muy suaves, sin vibraciones y con mandos muy cómodos: están en su sitio y tienen buen tacto. El freno, a pesar de los kilos de la moto y de llevar un sólo disco delante no demuestra fatigas ni pierde tacto. Capaces de rodar deprisa, el chasis transmite bien lo que hacen las ruedas, aunque todo tiene su límite y estas 500 están hechas para ser divertidas y fáciles, por lo que cuando fuerzas un poco la situación pierden la capacidad de transmitir lo que sucede. A fin de cuentas sus reglajes son de moto utilitaria: suficientemente firmes para llevar un ritmo “divertido” pero sin ser incómodas.

En cualquier caso, la moto tiene posibilidades de “mejorar” a poco que retoques y prueba de ello es que es la moto que este año se va a usar en las carreras de la European Junior Cup.

Valoración final

Lo mejor:

  • Consumo
  • Concepto
  • Motor

Mejoraríamos:

  • Sólo un disco de freno delante

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