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Prueba BMW R 1200 GS Rallye: rizando el rizo

Fotos: Javier Ortega
BMW siempre ha sido muy dada a lucir, de vez en cuando, alguna edición especial para sibaritas. Esta vez, le toca el turno a la Rallye, la versión top de la conocida R 1200 GS.

La Gelände Strasse de BMW es de sobra conocida por todos. Una denominación con 30 años en el mercado es sinónimo de éxito de ventas en varios países, entre ellos España. La generación actual data de 2005, con un restyling en 2009. Tras 7 años, está claro que la futura ¿R 1250 GS? tendría que llegar en el Salón de Colonia o en 2013 a más tardar.

Esta GS Rallye dispone de un equipamiento más completo y una atractiva estética inspirada en los “colores de guerra” del fabricante alemán. Al margen de la pintura y los adhesivos, que me recuerda a las dakarianas de carreras de los años ’80, las principales características de la Rallye en comparación con la GS básica son la incorporación de un asiento bicolor negro/blanco, colector de escape cromado, suspensión electrónica ESA, puños calefactables, ordenador de a bordo, soporte de maletas, llantas de radios y cubremanetas.

Por si esto fuera poco, nuestra unidad de pruebas añadía el “Paquete Seguridad”, es decir, ABS Integral desconectable, control de tracción desconectable (ASC) y control de presión de los neumáticos (RDC).

Referente trail

Hasta hace poco, la GS lideraba el segmento de las maxi-trail por derecho propio pero en cuestión de tres años, el resto de fabricantes ha lanzado una ofensiva sin precedentes para intentar desbancarla del trono. ¿Por qué? Bueno, hay que reconocer que el comportamiento del conjunto es excelente. Las hay más potentes (Triumph Tiger Explorer), más ligeras (Kawasaki Versys), más baratas (KTM 990 SMT) y más tecnológicas (Ducati Mutistrada), pero la GS lo hace todo bien y en todo tipo de terrenos: es la “trail comodín”.

Los puntos fuertes por los que se ha convertido en un ídolo de masas pasan por el excelente compromiso del que hace gala ante cualquier conductor o condición de uso. Su facilidad de manejo (apenas exige adaptación), la seguridad que transmite, la imagen de marca y su extenso catálogo de opciones hacen el resto.

Hay aspectos mejorables como el diseño de la instrumentación, el botonaje no unificado de las piñas o las vibraciones a ralentí. El control de tracción ASC es muy primitivo y se ha quedado anticuado porque corta bruscamente, pero todo esto queda en un segundo plano por su buen reparto de pesos, un bajo centro de gravedad, una suspensión Telelever con la que puedes frenar en plena curva sin sustos y una efectividad fuera de duda. La suspensión electrónica con 15 posibilidades de regulación entre hidráulicos _ y precarga (5 condiciones para cada uno) es de lo mejorcito del mercado, al igual que las maletas extensibles _Vario.

BMW R 1200 GS RallyeBMW depende que se siga dejando comer terreno o vuelva a dominar con la rotundidad de 2007.

Valoración final

Lo mejor

  • Concepto trail
  • Extras opcionales
  • Facilidad de conducción

Mejoraríamos:

  • Diseño
  • Potencia del motor

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