La Harley-Davidson Street 750 ha sido diseñada para una nueva generación de motoristas, un público joven y urbano que busca una moto asequible, fácil y polivalente. Ha sido la novedad más importante de la marca este 2014, una moto totalmente nueva, parida de cero e inspirada en la XLCR 1000 Cafe Racer del 77.
Prescinde prácticamente de los cromados, siendo la mayoría de sus piezas en color negro. Monta un escape 2 en 1 completamente negro curvado desde los cilindros que desemboca en un silenciador girado hacia arriba, unas llantas de fundición de aluminio también negras, así como su manillar, protectores de horquilla o la cúpula, todo al más puro estilo “Dark Custom”. Mantiene elementos metálicos como los guardabarros y el depósito en forma de lágrima, en el que llama la atención su emblema de acero brillante.
Claro que, para reducir el precio de esta Harley hasta los 7.300 € (precio de la versión Vivid Black) han tenido que ajustar el coste en algunos de sus componentes, como las piñas o el cuadro de instrumentación que cuentan con escasas funciones, además de encontrar acabados nada habituales para lo que la marca nos tiene acostumbrados, con algunos cables a la vista, calidad de la tornillería mejorable o soportes de reposapiés.
Bajo control
Una vez encima es muy cómoda: es una moto corta entre ejes, estrecha y bajita. Su asiento, a 709 mm del suelo, me permite llegar más que de sobra con los dos pies al suelo, es estrecho y está bien mullido. El manillar es ancho pero no está excesivamente elevado, además de poder adelantarse o retrasarse a gusto del conductor. Los reposapiés, como deben ser en este tipo de moto, están ligeramente altas y adelantadas, pero no demasiado, por lo que tuve que esquivarlas en alguna ocasión al poner los pies en el suelo. La posición de conducción te transmite que tienes la moto bajo control, en ningún momento tienes la sensación de llevar una moto de 222 kg bajo el trasero. Y eso es algo que da mucha confianza especialmente para motoristas que están empezando en el mundo de las dos ruedas, o para chicas, que por lo general somos más bajitas. Y ya que el femenino es uno de los públicos al que va dirigida esta moto vendrían muy bien unas manetas regulables. Nuestras manos también suelen ser más pequeñas y a mí al menos me quedaban bastante alejadas, algo incómodo sobre todo en ciudad.
Se echan de menos algunas funciones (ráfagas, por ejemplo) en unas piñas que no siempre funcionan con total precisión. El cuadro de mandos se compone de una esfera digital que cuenta con un velocímetro analógico y una pequeña pantalla digital con el cuentakilómetros total y dos parciales. El resto de información queda a la vista en los testigos luminosos.
Corazón vivo
Lo que más me ha sorprendido es el rendimiento de su motor, denominado Revolution X, una herencia del que se desarrolló para la V-Rod-, pero más ligero y acorde a su nueva cilindrada de 749 cc. Dos cilindros en V a 60º, cuatro válvulas por cilindro, inyección electrónica y refrigeración líquida. Tiene el característico sonido Harley, pero con un funcionamiento suave, sin vibraciones ni traqueteos. Un motor con buen par y muy buena aceleración. El cambio, de 6 velocidades es preciso y suave, y la transmisión secundaria, como es habitual en la marca, es por correa dentada.
La Street 750 cuenta con unas suspensiones básicas pero con un buen comportamiento tanto por ciudad como por carretera. En el tren delantero lleva una horquilla telescópica convencional, mientras que el tren trasero monta un doble amortiguador regulable en precarga que absorbe sin problema las irregularidades del asfalto.
En una conducción tranquila sus frenos, de disco y doble pistón, cumplen su función, pero cuando te animas a llevarla con un ritmo alegre pueden quedarse más bien justitos. El delantero enseguida se vuelve esponjoso y el trasero tiene bastante recorrido antes de empezar a actuar. De momento viene sin opción de ABS, esperemos que más adelante esté disponible.
Valoración final
La Street 750 es una moto perfecta para el uso urbano, muy manejable, cómoda, y válida para todo tipo de estaturas y motoristas, que además puede ser limitada para conductores del A2.
Por ciudad es muy manejable y su motor tiene una respuesta excelente desde bajas velocidades. Al ser estrecha te permite maniobrar muy bien entre el tráfico. El acelerador tiene un tacto suave con una respuesta rápida, y a pesar de que su embrague es de accionamiento mecánico, no supone ningún esfuerzo su manejo.
En carretera se comporta muy bien, y aunque tiene una escasa protección aerodinámica, su motor y su comodidad te permiten devorar todos los kilómetros que quieras. Y sin olvidar el tipo de moto que llevas, también podrás divertirte en los tramos más revirados. Aunque las chispas que saldrán de sus estriberas al rozar el asfalto serán las que te avisen de que a partir de ahí podrías ponerla en apuros.
Si eres un amante de las Harleys, ya no tendrás que renunciar a toda su autenticidad y esencia, porque por algo más de 7.000 € tienes una custom ligera, fácil de conducir y divertida, que por supuesto, ya cuenta con toda una gama de accesorios para que le des tu toque personal. Ahora entrar en el universo Harley es accesible para todos los públicos.
Lo mejor:
- Motor
- Estética
- Posición de conducción
Mejoraríamos:
- Frenos
- Acabados
- Regulación de las manetas
