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Prueba Larga Duración Yamaha MT-09 Tracer 2015: ¡Acierto!

Fotos: Javier Ortega
Tras la desaparición de la antigua TDM 900, Yamaha ha resucitado aquel concepto ofreciendo una trail asfáltica de cilindrada media y carácter deportivo como nueva referencia del segmento, tanto por su rendimiento como por su excelente relación calidad/precio, algo que la marca japonesa ya "inventó" hace dos décadas con la TDM 850. Todo un acierto.

La gama de monturas “Master of Torque” de Yamaha lleva dos años pisando fuerte y ya aglutina siete modelos. Deportivas, personales, diferentes, efectivas y polivalentes, son un ejemplo de éxito de ventas (como sucede con la Yamaha MT-07) al tiempo que encabezan la renovación de la marca, afianzando las líneas del futuro de la firma de los diapasones.

La Tracer hace gala de una imagen muy buena, atractiva, futurista y agresiva, muy acorde a los tiempos que corren. Respecto a la Yamaha MT-09 estándar, las principales diferencias de la Tracer pasan por la adopción de semicarenado, manillar ancho, cubremanos, óptica delantera Full-LED, suspensión mejorada (ahora con regulación en precarga y extensión), subchasis reforzado, asiento más confortable (de dos piezas) y respuesta del motor suavizada, aunque con la misma potencia final de 115 CV. También son clave el depósito de gasolina de 18 litros (4 l. más), el control de tracción (desconectable y sin niveles de intervención) y el ABS de serie. Todas estas aportaciones se traducen en 19 kg extra de peso en la báscula (210 kg declarados con todos los llenos).

Todo lo demás permanece inalterado, como su acelerador electrónico (YCC-T), los tres modos de conducción (A, STD, B), el propulsor tricilíndrico de 12 válvulas y 850 cc con cigüeñal crossplane (con cigüeñal calado a 120º y eje de equilibrado), el escape bajo, el conjunto chasis-basculante (asimétrico) de aluminio o las efectivas pinzas de freno delanteras radiales.

Ciudad

Una vez regulas el asiento a tu gusto (para mi 1.80 la más alta, a 86 cm) notas que todo queda en su sitio, adoptando una postura natural y relajada. El ancho manillar tiene buena presencia y domina la situación gracias a las torretas que lo elevan sobre la tija. Apoyarte en las puntas para conseguir que la moto vaya por donde tú quieras es un auténtico placer: fácil e instantáneo. La moto mantiene el mismo recorrido de suspensiones que cualquier MT-09 por lo que debes vigilar los retrovisores de los coches para no rozarlos porque es más bien bajita.

Siempre que arrancas, el modo de conducción que aparece será STD (estándar), independientemente del último que hayas utilizado. Si lo que vamos a hacer es desplazarnos por la urbe, yo utilizaría el Modo B, más suave, dócil y pausado además de minimizar el consumo. También cuenta con aviso de Modo Eco, para que sepas que estás realizando una conducción eficiente.

La Tracer es suficintemente estrecha para poder meterte entre los coches con relativa facilidad. A la hora de estacionar agradeceremos el caballete central de serie, un accesorio opcional en otras marcas.

La instrumentación es completamente digital y se compone de una estructura rectangular heredada de la Super-Ténéré 1200 dividida en dos pantallas que ofrecen, entre otros datos, nivel de gasolina, reloj, aviso de mantenimiento, temperatura agua y ambiente, marcha engranada, modo de conducción seleccionado, etc. Manteniendo pulsado el botón TCS del lateral izquierdo desactivas el control de tracción, algo sólo recomendable si te apetece divertirte por una pista de tierra plana sin mucha dificultad (olvídate de practicar el hard trail).

El motor tricilíndrico CP3 de la MT-09 Tracer entrega 115 CV y posee 3 modos de conducción

Carretera

En carreteras secundarias es donde más te diviertes con la Tracer. Sin tráfico por delante, es el escenario ideal para activar el Modo A y que el motor entregue la potencia de la manera más contundente y enérgica. Aunque la respuesta se ha dulcificado respecto a las otras versiones MT-09, el tacto del acelerador electrónico sigue siendo un poco seco a la hora de abrir de golpe y el juego “on-off” debería ser más progresivo, aunque nada grave. Aún así, no llega a la suavidad de una Triumph Tiger 800 XRx, por ejemplo.

Entre los modos A y STD no hay una diferencia notable de comportamiento y realmente con A y B sería suficiente. El tricilíndrico es una gozada en lo que a respuesta y recuperaciones se refiere, empuja bien en cualquier marcha, sube de vueltas sin baches y siempre tienes sensación de control. El cambio tiene un escalonamiento fantástico, es rápido y hasta le cogerás el gusto a subir marchas sin tocar el embrague rodando fuerte. Como también sucede en otras Yamaha, la primera es larga, pudiendo utilizarla para trazar curvas muy cerradas.

En cambios de dirección rápidos aprecias la agilidad de un chasis que cumple sobradamente todos los requerimientos, mientras que la frenada tiene tacto y potencia gracias a las pinzas radiales Advics habituales en la marca.

Rozar con los avisadores de las estriberas no es habitual a no ser que lo busques

Autopista

Uno de los aspectos más interesantes de la Tracer es que su imagen deportiva no está reñida con sus aptitudes ruteras. En este sentido agradecerás su parabrisas regulable en altura manualmente en tres posiciones prefijadas. La operación se realiza cómodamente mediante un par de tornillos con rosca fácilmente accesibles bajo la instrumentación, además de la toma de corriente auxiliar de 12V en el lateral izquierdo.

Otro punto del que Yamaha se ha preocupado es la adopción de un depósito de gasolina de 18 l., una capacidad más acorde al uso que se le va a dar a este modelo. Realizando una conducción “eficiente” y circulando la mayor parte del tiempo en Modo STD podrás alcanzar los 300 km de autonomía sin problemas.

La rumorosidad mecánica es baja y el sonido que emana el escape es discreto, por lo que mantener travesías largas durante horas es factible sin incomodidades. En vías multicarril eché de menos un botón para manejar el control de crucero desde una de las piñas, algo interesante para dejar descansar la mano derecha.

El asiento del conductor se va mostrando algo duro a medida que pasan los kilómetros, aunque las leves molestias tardan en aparecer. Si eres un rutero empedernido, el asiento opcional Comfort Design (275 €) será un accesorio obligado.

La postura de conducción de la Tracer es cómoda y agradable

Pasajero

La Yamaha MT-09 Tracer es una muy buena moto para uso a dúo. Sin llegar a las excelencias de una GT, te permite llevar acompañante sin que éste quiera bajarse a la primera de cambio. El minimalista asiento de la versión estándar deja paso a otro de nueva factura, menos estético pero mucho más práctico. Bajo el mismo hay hueco para guardar el antirrobo y pequeños objetos, además de las herramientas. Antes de subir a alguien deberás tarar convenientemente el amortiguador, algo blando con la configuración de serie (un pomo externo de regulación de precarga sería perfecto). A ambos lados del asiento del pasajero dispone de amplios asideros de plástico, integrados en la propia estructura que también sirve de anclaje para colocar las maletas laterales llegado el caso.

Las estriberas no tienen goma, algo que sí sería de agradecer en una moto de este tipo para evitar algún posible resbalón, aunque en este aspecto Yamaha ha antepuesto la imagen deportiva a otro tipo de concesión.

Por otro lado, los faros delanteros son regulables en altura, algo importante si variamos la carga de la moto, gracias a unas palometas bajo la instrumentación, que hacen de esta operación algo sencillo y rápido.

El asiento de la Yamaha MT-09 Tracer está pensado para su uso a dúo

Valoración final

A mi modo de ver, la Yamaha MT-09 Tracer es la mejor montura trail que puedes comprar en la actualidad, la mejor teniendo en cuenta la relación calidad-precio-prestaciones (9.799 €), además de ser la MT-09 más lógica y práctica de las cuatro versiones existentes. Las hay mucho más tecnológicas y potentes, pero sólo las sacarás jugo si realmente haces muchos kilómetros y tienes una cuenta bancaria saneada. Esos 1.900 € de diferencia respecto a la Yamaha MT-09 estándar merecen la pena.

Con la Tracer no echarás de menos nada “vital” y siempre te divertirás con ella en cualquier situación porque es una de esas motos que terminas cogiendo para todo por lo bien que funciona y lo agradable que te hace la vida. Fácil, moderna y segura, tres adjetivos que le sientan muy bien a nuestra unidad con decoración Race Blu.

yamaha_mt09_tracer_2015_09.jpg

El catálogo oficial de accesorios para la Tracer es muy interesante, pudiendo potenciar su doble faceta rutera-deportiva con prácticas maletas laterales blandas (194.68-305 €) y su soporte correspondiente (314.70 €), bolsa de depósito (105-164 €), escape completo de titanio Akrapovic, portamatrícula sport (124.98 €), adaptador USB (13.99 €), intermitentes de LED (109.51 € la pareja), parrilla trasera (114.95 €), protectores, piezas de aluminio, etc.

Lo mejor:

  • Equipamiento
  • Motor
  • Facilidad de conducción
  • Relación calidad/precio

Mejoraríamos:

  • Tacto acelerador on-off brusco (Modo A)
  • Asiento duro tras muchos km
  • Sin control de velocidad

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