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Prueba Suzuki RM-Z 250 2016: preparada para ganar

Fotos: M. Méndez (FotoAgencia)
Bajo una apariencia bastante similar a la versión 2015 y con una estética poco llamativa, se esconde una verdadera bestia, una moto muy equilibrada y con evoluciones muy importantes en parte ciclo y propulsor. Una máquina que puede competir de tú a tú con cualquiera de sus rivales directas sin ningún tipo de complejo.

En los últimos años, la Suzuki RM-Z 250 se ha caracterizado por ser una moto muy manejable, con un paso por curva muy efectivo, pero con un motor que no llegaba a las prestaciones de sus rivales. Para la nueva temporada, la firma amarilla ha camuflado numerosos cambios bajo una estética que no ha variado desde hace varios años y que ya se nos antoja un tanto anticuada. Pero que nos engañe su aspecto; la RM-Z se ha renovado y mucho en todos los aspectos: nuevas suspensiones, chasis retocado y más ligero y un motor casi a estrenar por dentro, aunque (una vez más) el diseño exterior siga siendo el mismo. El precio para este modelo se ha fijado en 8.099 €.

Como principal novedad de esta versión 2016, la Suzuki RM-Z 250 sustituye las suspensiones Showa que incorporaba hasta el 2015 por las Kayaba de segunda generación, cambio que supone un paso adelante. Desde el primer momento apreciamos una ligera mejoría respecto a anteriores versiones, tanto en el amortiguador como en la horquilla, ya que se ha reducido el peso, se han simplificado los reglajes y se aprecia un tacto suave y firme capaz de absorber todas las irregularidades que nos encontramos en el trazado. La primera parte del recorrido es realmente efectiva e incluso en zonas bacheadas, transmitiendo confianza al piloto y eliminando en la medida de lo posible la fatiga en los brazos.

Igual de efectivo nos ha parecido el funcionamiento de las suspensiones en saltos grandes, absorbiendo el impacto inicial, sin extraños y proporcionando plena confianza al piloto. Otro de los aspectos que nos agrada de la horquilla KYB PSF2 de segunda generación Kayaba es la facilidad para encontrar un setting óptimo en función del trazado o de las condiciones del mismo. Lo mismo ocurre con el amortiguador trasero, con reglaje de compresión para alta y baja velocidad. Con unos mínimos conocimientos de reglajes se puede obtener un extraordinario rendimiento.

La Suzuki RM-Z 250 estrena suspensiones KYB.

Nueva por dentro

El propulsor de esta nueva RM-Z incorpora cerca de 80 piezas que han sido rediseñadas para obtener más empuje en toda la banda de potencia. La lista de novedades incluye pistón, biela, cigüeñal, válvulas, tensor de cadena de distribución y engranajes del cambio. Con estas evoluciones también se ha conseguido reducir el freno motor así como mejorar el arranque del motor; sobre en todo en caliente. El motor de la marca nipona es fiel a su identidad y nos encontramos con una respuesta muy llena y completa en toda la banda de potencia. Cuando verdaderamente nos damos cuenta del cambio frente al anterior propulsor es a altas revoluciones, donde la estirada final es contundente y agresiva.

El chasis de la RM-Z 250 se aligerado un 2,5% respecto a la versión anterior y se ha ajustado la rigidez del mismo con el objetivo de mejorar el rendimiento en el paso por curva. Pese a estar algo lejos de alguna de sus rivales directas en la báscula, gracias a un gran reparto de pesos y a un chasis flexible, la moto se muestra ágil en cualquier tipo de situación. Tanto en saltos, donde podemos mover la moto con facilidad, como en la entrada y el paso por curva, donde resulta realmente fácil llevar la moto por la trazada exacta que hemos seleccionado. Sin embargo, hemos percibido cierto cabeceo e inestabilidad en el tren delantero en rectas rápidas.

En cuanto a los frenos nos ha parecido realmente efectivo y potente el delantero, que tiene un tacto preciso y directo. Sin embargo, el freno trasero tiene un juego muerto y un tacto algo esponjoso que resta efectividad y precisión a la frenada.

Suzuki RM-Z 250 2016.

Botón mágico

Como ya lo hiciera su hermana mayor en la versión 2015, la RM-Z 250 incorpora el sistema de control de salida Suzuki Holeshot Assist Control S-HAC. Este sistema es realmente útil para controlar la tracción de la moto en las salidas en función del tipo de terreno y de las condiciones del mismo. Se acciona con un botón en el lado izquierdo del manillar y cuenta con tres modos. El modo A, para terrenos secos y resbaladizos, el modo B para terrenos con mejores condiciones y donde se requiere más potencia y el modo por defecto, que entrega toda la potencia del propulsor.

El S-HAC se desactiva de manera automática cuando se engrana la cuarta velocidad, han pasado 6 segundos o se corta el gas, lo que primero suceda. Esta ayuda cada vez más habitual es realmente eficaz, casi podríamos decir que imprescindible y podemos apreciar claramente las diferencias entre los diferentes modos.

Suzuki RM-Z 250 2016.

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