Publicidad

Prueba Yamaha XSR900 2016: añeja futurista

Fotos: Yamaha
Tras el reciente lanzamiento de la versión 700, la firma de los diapasones vuelve a la carga con la XSR900. Partiendo de la base estructural de la MT-09 y por supuesto de su propulsor tricilíndrico, Yamaha ha desarrollado una café racer con tintes retro pero con lo último en cuanto a tecnología.

En estos tiempos en los que el “postureo” es tendencia en prácticamente todos los ámbitos de la vida y en que lo retro vuelve una y otra vez para no pasar nunca de moda en una especie de recordatorio a modo de bucle: el lanzamiento de las XSR está plenamente justificado. Yamaha explica en su filosofía Faster Sons que intenta hacer una especie de homenaje a los modelos clásicos más míticos de su historia reeditando una serie de modelos que combinan cierto sabor añejo en cuanto a estética pero dotándolos de tecnología moderna. Las dos XSR se catalogan como Sport Heritage (de esta forma se refiere a ellas la firma de Iwata) y claramente hacen un guiño al pasado, pero no rememoran un modelo en concreto sino que aglutinan detalles que pueden recordar a varios.

De esta forma, la XSR900 puede incluso tener “algo” de aquella Yamaha TZ750, el primer modelo de cuatro tiempos de competición de la marca y… sí, la moto con la que el gran Kenny Roberts ganaba carreras de dirt track en Estados Unidos. De ahí que una de la coloraciones, y para mi gusto la más bonita de las tres, tenga el depósito amarillo y negro, los colores de guerra de “King” Kenny. Se trata de la versión 60th Anniversary, cuesta 200 euros más que la estándar pero los pagarás muy a gusto cuando la veas en directo, ya verás.

Nos trasladamos a la isla de Fuerteventura a la presentación europea de la Yamaha XSR900, un entorno inhóspito que le sienta realmente bien a este nuevo lanzamiento. Entre arena de desierto, rocas volcánicas y cabras salvajes intenté sacar lo mejor de esta neo retro. Y no fue nada difícil, te explico el porqué.

Iguales pero diferentes

Si la XSR700 se basa en la MT-07, no hace falta darle muchas vueltas al “coco” para intuir que en la XSR900 pasa exactamente lo mismo. Comparte con la MT-09 chasis, motor y algunos elementos externos, pero añade toda una serie de importantes mejoras técnicas que van un paso más allá sobre todo en cuanto a asistencia a la conducción. El bastidor recibe leves retoques para adaptarse al nuevo modelo, el resultado más reseñable puede ser que aumenta 4 kilos el peso total de la moto, que llega hasta los 195 kg, peso lleno, nada escandaloso.

El propulsor crossplane de tres cilindros arroja unos nada despreciables 115 CV de potencia. Tanto el tacto como el sonido encandila desde los primeros kilómetros. Al enroscar el puño del gas la reacción es inmediata cual bicilíndrico pero con un el fino tacto de un “tetra”, por lo que une lo mejor de ambos “mundos”. La entrega de potencia es modificable gracias al D-Mode, en donde mediante un botón en la piña derecha puedes cambiar de modo de funcionamiento incluso en marcha. El A es el más radical, la entrega es inmediata pero es algo brusco, también en las retenciones. El B es el más tranquilo (el equivalente a un “Rain”), recomendable para ciudad o cuando el pavimento no está en buenas condiciones. El modo STD o estándar sería un término medio entre ambos y sin duda el más recomendable para todo uso, conducción deportiva inclusive. Es ahí, cuando se va deprisa, cuando se deja notar el embrague antirrebote al reducir y bajar marchas, el funcionamiento es impecable por que apenas se nota.

La existencia de control de tracción es otro de los aspectos a destacar de la XSR900 y otro de los rasgos que la diferencian de la MT-09 (aunque no habrá que esperar demasiado para que los equipe de serie en la nueva versión). Tiene tres modos fácilmente seleccionables con tan sólo pulsar un botón: alta intervención, baja y apagado. Un sistema de seguridad que se aprecia sobre todo al abrir gas en condiciones adversas como agua o gravilla. Muy recomendable la opción 1 (baja intervención) para funcionar normalmente, en donde es casi imperceptible su actuación. Por otra parte el ABS viene de serie y no es desconectable.

La postura de conducción es cómoda y muy natural. El cuerpo no va demasiado echado hacia delante, lo que permite hacer kilómetros sin acusar fatiga en las muñecas. Los estribos se encuentran en una posición que ofrece buen compromiso entre comodidad y deportividad. Por contra el asiento se muestra duro para largos trayectos, además está algo más elevado (15 mm concretamente) que el de la MT-09, lo que presenta un inconveniente para conductores de baja estatura. Y ya que hablamos de cosas mejorables, el puesto del pasajero es incómodo: el asiento es pequeño y los estribos quedan muy arriba, lo que obliga a llevar las piernas muy flexionadas. Pero bueno, nadie ha hablado de que sea una moto para viajar largas distancias a duo.

Yamaha XSR 900.

Para todo, para todos

El “todo uso” siempre es algo a tener en cuenta a la hora de elegir moto, y en el caso de la XSR900 cumple con creces este ansiado requisito. Cierto es que no se trata de una moto ligera, pero se maneja con facilidad en distancias cortas por ser equilibrada y no excesivamente larga. Enseguida te haces a ella porque todo funciona bien y es agradable, amén de ser una moto segura. Si lo que buscas es una moto de fin de semana para irte a hacer curvas, es igualmente válida. Yo diría que más aún que la MT-09. Un detalle a tener en cuenta es que las suspensiones son más firmes y por tanto ofrecen un mejor rendimiento a ritmos rápidos, algo que se agradece en frenadas fuertes y paso por curva, donde ofrece confianza y total aplomo.

Y podrás decir: “para todos no es”. Vale, no se puede limitar, con lo que sólo los que tengan el carné A podrán llevarla. Pero, estando en posesión de dicho carné, es apta para todos los públicos por comodidad, medidas, asistencia electrónica y motor “dulcificable”.

Yamaha XSR 900 60 Aniversario.

Detalles neo retro

Si te fijas en el vídeo y las fotos es una café racer atípica, de hecho, se puede incluso llegar a cuestionar que lo sea. Puede ser un buen debate para los puristas. Lo que es innegable es hablamos de una moto en la que se ha cuidado mucho la estética, con un ojo puesto en el pasado pero utilizando materiales modernos cuidadosamente tratados. Cobran mucho protagonismo las ópticas circulares, sobre todo la trasera que comparte con la XSR700 y XV950, compuesta por leds. En sintonía con éstas tiene el cuadro de mandos digital en su totalidad que, a pesar de su pequeño tamaño, ofrece la información básica de funcionamiento sin dejarse nada importante fuera. El depósito de combustible, única parte pintada de la moto, es otro de los componentes donde los diseñadores han echado más horas, su peculiar aspecto conforma la personalidad del modelo y da brillo al conjunto. Detalles como las placas agujereadas del asiento y el soporte del faro, el escape corto o las barras doradas de la horquilla invertida armonizan, decoran y quedan realmente bien.

Como no podía ser de otra manera, la lista de accesorios opcionales que ofrece Yamaha es muy extensa con alrededor de 40 referencias que van desde el asiento monoplaza a los manillares bajos, pasando por todo tipo de protectores, alforjas, retrovisores, estribos y un largo etcétera. La base es tan personalizable que el mismísimo Roland Sands reconoce que ha disfrutado mucho preparando su versión XSR900 inspirada en la mítica TZ750 de dirt track de Kenny Roberts. Hasta tienen planeado sacar una línea de ropa específica basada en la filosofía neo retro de Faster Sons.

Yamaha XSR 900 60 Aniversario.

Lo más leido

Soymotero TV

Últimas motos

KYMCO AK 550 Premium 2024

KYMCO AK 550 Premium 2024

A | 11.999 € | 238 kg | 50,3 CV
MITT GT-Max 330 2024

MITT GT-Max 330 2024

A2 | 4.495 € | 145 Kg | 23,5 CV
BMW CE 02 2024

BMW CE 02 2024

A1/AM | 8.400 € | 132 kg | 15 CV