El libro de los Récords Guinness es una obra de referencia que todos los años reúne a las mejores y más habilidosas personas del mundo a la hora de llevar a cabo alguna actividad o poseer un don único. Así es habitual ver inscrito en él personas con largas caballeras, capaces de comer vidrio o incluso uno se puede encontrar con el perro más grande del planeta.
Sin embargo, en alguna parte, lejos de esos momentos “freaks” que pueden llevarnos de la risa a las nauseas, se encuentra un apartado reservado al mundo del motor y las dos ruedas y es en ese punto en el que Robert Gull ha vuelto a inscribir su nombre.
El piloto sueco, que participó en el CEV de Moto2 y en la Red Bull Rookies Cup años atrás, ahora ha centrado su inspiración en ser el piloto más rápido del mundo a una rueda y sobre hielo. El anterior récord figuraba en posesión de Ryan Suchanek, que lo había establecido en 2013 a una velocidad de 176,2 km/h.
Solamente un año después ha sido Gull el que ha dado un paso más en el desafío, consiguiendo subir la velocidad hasta 183,8 kilómetros por hora durante más de 100 metros. En realidad el récord se batió el pasado mes de marzo, sin embargo no ha sido hasta diciembre cuando la organización del World Guinness Records cuando ha dado el visto bueno a la prueba.
La moto con la que ha conseguido es una Honda CBR 10000 RR y por reglamento únicamente puede llevar las fibras de competición y los neumáticos adaptados para hielo (con clavos), dejando excluidos todos los elementos que pudieran facilitar realizar la acrobacia.
Ahora quel existe un nuevo récord y que además llega el invierno más crudo, está por ver si llegará el momento en el que Suchanek intente recuperar su cetro, Gull quiera batirse así mismo o algún otro intrépido quiera unirse a la fiesta.