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¿Rossi o Lorenzo?

Fotos: Yamaha Racing
La pugna entre Valentino Rossi y Jorge Lorenzo es el centro de atención del Mundial. Durante el pasado Gran Premio de Aragón, antes de la carrera, pregunté a muchos habitantes del "paddock" quién ven como futuro campeón, y la opinión era casi unánime.

Venga por delante que mi encuesta no sirve de mucho ahora mismo porque después de la victoria de Jorge Lorenzo en Aragón, las circunstancias del campeonato han cambiado. No es lo mismo estar a 23 puntos de Valentino Rossi que quedarse a 14, como está ahora Lorenzo. Pregunté a pilotos, a periodistas, a directores de equipo, y en general todos tenían un planteamiento común: cierta incertidumbre ante las carreras que quedan por disputarse, en las que la climatología suele ser un factor condicionante, y casi todos señalaban que en condiciones extrañas, la gestión de Rossi es extraordinaria, y eso puede jugar a su favor habida cuenta de que las últimas carreras en mojado no han sido muy propicias para Lorenzo.

Tampoco se puede generalizar. Recuerdo la mítica victoria de Christian Sarron bajo la lluvia en Hockenheim 1985, cuando logró la victoria en 500 marcándose un exterior sobre Freddie Spencer en el Motodrom. Se ensalzó a Sarron como el nuevo maestro del asfalto mojado, pero cuatro carreras después, en un Assen encharcado, el propio Sarron se llevó puesto a Spencer al fallar en una frenada en la primera vuelta… Moraleja: nada es para siempre.

No podemos despreciar las virtudes de Lorenzo en mojado. Muchos siguen con la cantinela del temor al agua por el que pasó tras la caída sufrida en los entrenamientos del Gran Premio de Holanda 2013. Hay que reconocer que él mismo, involuntariamente, alimentó esa sensación al reconocer que sentía miedo sobre mojado. A veces es peligroso ser demasiado sincero. Pero dejó sus fantasmas atrás hace ahora un año en Aragón, con una magistral victoria mientras que el resto de los fantásticos caía en el resbaladizo asfalto de Motorland.

Hay sentimientos enfrentados: el corazón está con Rossi; la razón, con Lorenzo. Pero solo puede ganar uno.

Muchos de mis encuestados se decantaban por Rossi en la pugna por el título argumentando que, ante la gran probabilidad de que las próximas carreras tuvieran un desarrollo normal. Valentino tiene más picardía, decían. Es mejor gestor, apuntaban. A mí me parece que Lorenzo no es mal estratega. Creo que su gestión de la carrera en Misano fue claramente mejor que la de Rossi, pero le faltó suerte en el desenlace. Y la forma en que supo manejar el inicio de la carrera de Aragón, mostrando la muleta a Marc Márquez, que con nobleza y trapío tomó el engaño, demuestra una gran maestría.

Cuando estoy en un Gran Premio me gusta ir a ver curvas, intento escaparme en la primera sesión del día. Y si no puedo, pregunto a los fotógrafos. Son los que mejor pueden hablarte de un piloto. Precisamente un buen amigo fotógrado me dio una explicación extraordinaria para esta situación: “Creo que ganará Valentino. Es un pálpito. Tiene la suerte de cara, sabe gestionar muy bien las situaciones complicadas, aunque lo justo es que gane Lorenzo porque es el más rápido en pista”.

Creo que refleja el complicado equilibrio que se genera en este campeonato. Todos estamos conmovidos por el pundonor de un campeón como Rossi, que con 36 años mantiene la misma motivación de hace 20 años. Pero al mismo tiempo admiramos el extraordinario nivel al que rinde Lorenzo. Pero solo puede ganar uno. Todavía tenemos cuatro carreras para seguir disfrutando.

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