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Simoncelli en el punto de mira

Así es como está el piloto italiano después de sus carreras más caóticas desde que comenzó su andadura en MotoGP. Muchas sombras que oscurecen brillantes luces de un piloto tan rápido como inconsistente, dos poles y cuatro caídas en siete carreras. Pero sólo eso, joven e inconsistente, no un criminal del asfalto como muchos nos intentan hacer creer.

Mucho se ha dicho y escrito a estas tempranas alturas del campeonato de Marco Simoncelli, sin duda demasiado. Todos los personajes de esta historia poseen verdades a medias y las han estirado hasta colocar a Simoncelli en el paredón. Y tanto se ha forzado esta cuerda en los medios que después de Assen nos hemos llegado a desayunar con la noticia, Marco Simoncelli: «Se la he devuelto a Lorenzo». Entiendo que estas cosas pasan cuando se busca “veneno” en una entrevista donde, además, hay una mala traducción. Resulta que sus palabras fueron: «Lorenzo me había atacado sin motivos en Estoril y ahora se los he dado», si esto no es apagar un fuego con gasolina ya me diréis. Dicho sea de paso, Marco Simoncelli no es un tipo especialmente hábil delante de la prensa, el silencio hubiera sido su mejor aliado, pero no ha parado de hablar y de esta forma alimenta el fuego en vez de apagarlo. El trato con los medios es algo que debería aprender a mejorar este año, además de no forzar en las primeras curvas de la carrera con las gomas frías.

Muchos se han apuntado a esta moda del “leña al mono que es de goma” cuando indiscutiblemente sólo hay un incidente por el que juzgar al italiano este 2011: el accidente con Dani Pedrosa. Y dejando claro que es culpable por realizar un adelantamiento sin dejar espacio a Dani a la salida de la curva que fue castigado con un drive-through en carrera, en ese momento se acaba el papel de Simoncelli en este altercado. Otra cosa bien distinta es si el castigo es o no justo, pero eso es competencia de la Comisión de Carrera del Mundial no de Marco Simoncelli. Porque este fuego en concreto no se encendió en esta temporada, fue la Comisión de Carrera del Mundial la que prendió la llama de todo esto cuando el piloto de Cattolica corría en 250 cc. Aún me estremezco cuando recuerdo cómo bloqueó el freno delantero de Barberá en plena recta y el cuerpo del valenciano saliendo despedido, por no hablar de los varios incidentes todos ellos ilegales con Álvaro Bautista. Fue entonces cuando se tenía que haber actuado en favor de la competición, del Mundial y posiblemente del propio piloto. Cada uno comete las tropelías que se le permiten y bien es cierto que Simoncelli ha cometido muchas no es menos cierto que se le han permitido todas, pero una vez que el “delito” se ha realizado, si la sentencia no te parece justa protesta a juez no al delincuente. Las ascuas de ese fuego sin apagar en 250cc llegan a MotoGp con las advertencias de piloto “demasiado agresivo” de Lorenzo a Simoncelli en el GP de Estoril, desde entonces el resto de esta historia ha sido un ejercicio constante de echar más leña al fuego por parte de todos. Llegada la carrera de Assen, fueron muy poco afortunados los constantes comentarios por parte del principal narrador de TVE asociando el incidente de Holanda y el de LeMans cuando era claro desde un primer momento que nada tenían que ver, pero a estas alturas Simoncelli ya era el enemigo público número uno y todo vale en la captura del proscrito cuando se le busca vivo o muerto.

No se puede tolerar ni mucho menos fomentar el fusilamiento público de ningún piloto.

Muchos pilotos han hablado de Simoncelli como si fuera una plaga a erradicar cuando la verdadera plaga a erradicar son las odiosas 800cc y su maldita electrónica que ha hecho que se pierda la esencia de las carreras, la lucha, los adelantamientos y la tensión. Actualmente se califica como pilotaje agresivo, mucho ojo no confundamos agresivo con ilegal y para eso está la Comisión de Carreras quien ha de delimitar ambos términos, lo que hace no tanto tiempo se calificaba como espectáculo y diversión. Varios pilotos punteros actuales se han criado en la categoría reina en esta aséptica cilindrada y eso nos aporta un punto de vista impensable hace unos años. Sólo por poner un ejemplo, Wayne Rainey o Mick Doohan acusando de demasiado agresivo a Kevin Schwantz, como han hecho los actuales pilotos con Simoncelli, cuando el tejano les metía la moto “a cuchillo” en las frenadas es inimaginable, sonaría a chiste. Eso eran carreras de motos, es más, eso son carreras de motos y no lo que tenemos ahora.

Al contrario de lo que pueda llegar a parecer, nada tengo a favor de Simoncelli. Personalmente no me cae bien y algún grito “cariñoso” salió de la garganta de este que escribe desde la grada de los GPs españoles en contra del piloto de Cattolica. Pero no se puede tolerar ni mucho menos fomentar el fusilamiento público de ningún piloto. Se han de juzgar los actos y no las actitudes, dichos actos han de ser juzgados por las comisiones designadas para ello y no por pilotos, managers, jefes de equipo y prensa. Todo esto, pese a que pueda parecer obvio, se ha transgredido sin piedad en este 2011 generando una gran cortina de humo que encubre a Dorna y a la Comisión de Carrera del Mundial de su obligación, que no es otra que ofrecernos las mejores carreras de motos posibles. Porque no nos engañemos, a falta de carreras buena es la polémica.

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