Más de uno echará en falta un vehículo para librarse de las nevadas caídas en los últimos días, incluso en la costa del Mediterráneo. España no es un país con tradición de moto de nieve, más allá del uso para mantenimiento de pistas de esquí. El Snowcross también llamado Snocross en países como Canadá o Estados Unidos, es una especailidad de puro espectáculo, con mucha actividad en los países nórdicos y en Norteamérica por razones obvias.
En los países mediterráneos somos más de moto de agua y de off-road “clásico”, pero hemos aprovechado la “ola de frío” que nos ha acompañado esta semana (lo que hace unos años conocíamos por “invierno”), para conocer más de cerca en qué consiste en Snowcross, el motocross más blanco.
Los campeonatos
El Campeonato del Mundo de Snowcross 2016 se disputó a dos pruebas (Finlandia y Noruega) y aunque ha sido una competición breve, la espectacularidad sigue siendo una de sus señas de identidad. Los países nórdicos son, por razones obvias, los escenarios más habituales de este tipo de carreras. Una especialidad poco conocida en España pero que va ganando afición y en la que las marcas van dando pasos muy importantes. Aún así, no pasa por sus mejores momentos si hablamos del campeonato mundial. En 2015 se tuvo que suspender y para 2017 sólo hay una cita programada, en Suecia.
Precisamente los pilotos suecos son los que reinan en esta especialidad en los últimos años. El pasado año, los hermanos Renheim se quedaron con los dos títulos. Adam en la categoría masculina y su hermana Marica Renheim entre las féminas. Adam Renheim ya tiene en su poder tres mundiales (2016, 2014 y 2013) y ha igualado a su compatriota Peter Ericson, que ganó el Mundial en 2006, 2007 y 2009. Entre tanto piloto nórdico, el norteamericano Tucker Hibbert ganó en 2010 y 2012, con lo que añadió estos títulos a su extensa lista de medallas de oro de los Winter X-Games que ha ganado en su país, nada menos que diez.
Canadá y Estados Unidos son dos de las potencias en esta especialidad y sus campeonatos incluyen un buen número de categorías, en las que pueden participar pilotos desde cuatro años, con motos de 120 cc y una velocidad máxima limitada a 12 millas por hora (19 km/h). Para que os hagáis una idea de la importancia de la moto de nieve en estos países, sólo en uno de los campeonatos de Estados Unidos, el AmsOil Snocross Championship, en 2016 participaron casi 400 pilotos repartidos en las 14 categorías que incluye.
¿Cómo son las motos?
No os vamos a aburrir contando cómo es una moto de nieve, pero sí algunas de sus peculiaridades, sobre todo en medidas de seguridad. Habitualmente se utilizan motos con doble patín delantero, aunque le reglamento también permite un único patín. El doble patín da más estabilidad en unas carreras en las que se alcanza una velocidad media de 65 km/hora, así que son más rápidas que las pruebas de motocross “normal”, que están en 50 km/hora.
También se permite competir con una o dos cadenas tractoras, lo que normalmente conocemos por orugas. La combinación que impera es una cadena trasera y dos patines delanteros. Hay otra categoría de motos denominada Snow Bike, que son las motos off-road de calle adaptadas a la nieve, con una cadena tractora y un patín delantero.
El reglamento de seguridad para estas motos es muy estricto, sobre todo en protección para el piloto. No está permitida la vestimenta habitual de motocross, ya que los participantes deben ir más protegidos y sobre todo visibles, con colores llamativos para ser vistos con facilidad entre tanta nube de nieve en polvo. El piloto lleva los pies ajustados en unos huecos para evitar que se resbalen y puedan contactar con la cadena tractora trasera y las plataformas que hacen de reposapiés se extienden hasta la parte trasera de la moto para incrementar la seguridad
Ronnie Renner, piloto de freestyle al que ya hemos visto hacer diabluras con ruedas de tacos y que no se corta a la hora de lanzarse a la nieve.
