Cuando DAZN llegó a España se acogió de buen agrado. Una nueva plataforma que venía para permitir que todo el público que quisiera pudiera ver MotoGP de una manera económica y justa. Lo de justa era porque ya no tenía que tener contratado servicios de telefonía con nadie, y sólo pagar por lo que disfrutaba.
La campaña de promoción fue buena, unos precios competitivos durante un tiempo que, cuando acabaron dejaron a 9,99 euros al mes. En ese momento ya hubo gente que se empezó a dar de baja, algo que continuó sucediendo cuando esa cuota pasó a 12,99.
Pero este invierno fue cuando todo comenzó a volverse mucho más turbio, al fin y al cabo tres euros más al mes por ver MotoGP no debería suponer mucho problema. Haciendo un inciso, coincido con las palabras de Ezpeleta que en su momento venía a decir que el problema no era que costase dinero ver las carreras, sino que una familia no dispusiera de esos 10 euros extras en su mes a mes para gastarlo en lo que quisieran.
Luego llegó la subida del pasado invierno a 19,99 y ahora, con premeditación y alevosía, en pleno mes de vacaciones, haciendo gala de las prácticas más cuestionables de corporaciones y políticos, DAZN sube a 29,99 euros al mes su cuota.
También tienes la opción de pagar por todo el año y fraccionarlo, así te saldrá más barato, pero tienes que pagar 12 meses. Hasta aquí entiendo el libre mercado y si DAZN sigue subiendo los precios y la gente lo sigue pagando, pues bien por ellos.
No hay que olvidar que ni DAZN, ni Movistar, ni Dorna son hermanitas de la caridad. Son empresas, invierten su dinero y quieren beneficios. Es lícito, por tanto, que suban los precios. Pero ¿era inevitable? ¿No hay otras opciones para financiarse? ¿Le viene bien al campeonato?
A la primera y segunda pregunta no tengo respuesta porque desconozco los acuerdos comerciales y sus cuentas de resultados. Por tanto, una cosa es pensar que podían compartir los derechos y que parte del campeonato se emitiera en abierto, y otra que eso sea viable económica y contractualmente.
Pero lo que sí tengo claro, como la gran mayoría, es que al campeonato le viene mal, muy mal. MotoGP atraviesa su peor crisis de popularidad en nuestro país y seguir emitiendo bajo pago no va a ayudar.
Los tres GP que se emiten por TVE al año no son suficientes. De hecho, los datos no son para tirar cohetes, porque la gente ha perdido el interés aunque sea gratis. Y si la gente no lo ve ni siendo gratis, imagina pagando.
A todo eso hay que sumarle que deportivamente hablando el dominio de Ducati no ayuda mucho a mejorar la situación ¡y eso que tenemos 10 pilotos españoles sólo en MotoGP! La sensación generalizada es que sin televisión en abierto no hay futuro para MotoGP en España.
Una década sin MotoGP en abierto
Después de una década de emisión en plataformas de pago, la popularidad de MotoGP ha descendido. De hecho los circuitos no se llenan y mientras Dorna intenta luchar contra ello, la manera de sufragar el campeonato hace que no sea fácil salir de la espiral de las televisiones privadas.
Como los equipos no salen en la tele es difícil conseguir patrocinadores. Como no los consiguen, hay ayudas económicas que se sufragan gracias a la aportación de las televisiones privadas, lo que a su vez hace que los equipos tengan difícil conseguir patrocinadores porque no salen en las televisiones en abierto…
Lo hemos comentado en más ocasiones y la papeleta es difícil de solucionar, si es que se quiere. Quizás el mercado no esté en Europa y estos clavos en el ataúd sean necesarios aquí para ampliar el negocio fuera, en Asia. Quizás y sólo quizás, MotoGP tenga los días contados como deporte de masas y vuelva al ostracismo a este lado de los Pirineos.
