Después de doce años reduciendo la cifra de fallecidos en las carreteras, en 2016 tenemos que anunciar la triste noticia de su aumento. El pasado 20 de diciembre, el cómputo de ciudadanos fallecidos en accidentes de tráfico en vías interurbanas ascendió a 1.131 personas, las mismas que perdieron la vida en el año 2015.
Aún quedan por registrar 10 días del año, unas fechas en pleno periodo navideño en las que se prevén 17 millones de desplazamientos, uno de los periodos más críticos del año en cuanto a accidentes de tráfico se refieren. Una tendencia negativa que entidades como la Organización DIA, una asociación de víctimas de accidentes, ya habían anunciado desde hace meses.
En 2004 entró a cargo de la Dirección General de Tráfico Pere Navarro, y desde entonces se observó una tendencia a la baja en el número de fallecidos por accidente de tráfico de manera que diez años después se llegó a conseguir reducir esta cifra en prácticamente una tercera parte.
Sin embargo el panorama actual ha cambiado de forma dramática y urge una rápida actuación desde las partes implicadas. En palabras de Francisco Canes “las cifras no se pueden ni se deben maquillar: ahora mueren más personas en las carreteras que hace un año. Tampoco se puede vivir de las rentas, ni de los aciertos del pasado. Con un balance de fallecidos en accidentes peor que el del año pasado la DGT debe hacer autocrítica.”
Desde la propia Asociación DIA son conscientes de que el nuevo Director General de la DGT, Gregorio Serrano López, merece un voto de confianza pero aun así le instan “a analizar en profundidad qué ha fallado en la gestión de estos últimos años y a implementar de una vez políticas viales efectivas.”