Tan sólo un uno por cierto ha cambiado en él y gracias a ello y al equipo que se preocupa de su cuidado y promoción, han conseguido convertir a un piloto que antaño no recogía la gran mayoría de simpatías de público y prensa en uno de los deportistas más influyentes en el panorama nacional e internacional.
99 % de puro Lorenzo en Jerez.
El auténtico Jorge Lorenzo sigue estando ahí, con ese toque de suficiencia y engreimiento que en mi opinión no es más que la careta de un joven introvertido que no quiere otra cosa que agradar. Los años y las caídas le han hecho más fuerte, no solamente como piloto, sino como persona. Ahora Jorge está viviendo un momento dorado. Él es consciente de su potencial y desde su llegada a la categoría reina siempre ha confiado en sus posibilidades, plantando cara y esquivando los dardos envenenados que le han lanzado sus rivales, en especial Rossi, quien no ha logrado, a pesar de su inteligencia emocional, vencer en la guerra psicológica a Lorenzo. ¿Por qué todos caen siempre en las tretas de Rossi y Lorenzo no? Es algo difícil de explicar o interpretar, pero seguramente se deba a la confianza en sí mismo, a saberse el único capaz de batir a Rossi en igualdad de condiciones, tal y como lo demostró la pasada temporada y lo está haciendo ésta.
Él es consciente de su potencial y desde su llegada a la categoría reina siempre ha confiado en sus posibilidades
El trabajo de promoción que están realizando en la persona de Lorenzo está dando sus frutos. Del Lorenzo pegado a un chupa chups que veíamos en el Campeonato de España de Velocidad al Lorenzo de la temporada 2010 no sólo ha pasado más de una década, sino también 121 carreras en el Mundial, 28 victorias, 59 pódiums y dos títulos mundiales. Una experiencia profesional que ha ido acompañada de un refuerzo de su personalidad. No cabe duda que Lorenzo se ha hecho adulto en las carreras y en los últimos tiempos se ha sabido rodear de personas que le hacen mucho bien, dejando atrás capítulos como los vividos entre Dani Amatriain y el propio padre de Lorenzo, Chicho. Recientemente Lorenzo admitió que se había equivocado a la hora de decidir y que en el fondo su padre tenía razón. Le honra haberse dado cuenta y haberlo admitido públicamente. Todo ello no hace más que poner en evidencia los problemas de los jóvenes prodigios, aquellos a quienes la fama prematura les hace equivocarse y cometer errores. En la gran mayoría de estos casos la marcha atrás es difícil, sin embargo Lorenzo ha sabido recular, aprender de los errores y mostrar su mejor cara, la de un piloto de casta que no sólo es campeón en las carreras sino también en la calle.
Lorenzo ha sabido recular, aprender de los errores y mostrar su mejor cara
Jorge es ahora más cercano, piensa en el público, en su afición y los cuida. Quiere ser grande no sólo en la pista, algo que aunque no confiese demuestra que ha aprendido del rey del show business del motociclismo, el gran Valentino. Eso es lo que diferencia a un piloto de un héroe, algo a lo que aspira y deja patente tanto en sus celebraciones como en el diseño de sus cascos, como el de Capitán América de Laguna Seca o el Astronauta, que homenajea a Neil Armstrong y que fue utilizado en Estoril. Es único y quiere ser irrepetible. Su imagen va tomando forma y calado en el público de masas. Su popularidad crece por momentos y no sólo lo hace entre los aficionados de medio mundo (cuenta con club de fans por todo el globo) sino también entre la gente llana, de la calle, que no les interesa el motociclismo pero que ven en él un tipo simpático, condescendiente con sus rivales y sencillo aunque seguro de sí mismo. Es en este último punto, donde subyace ese uno por ciento, donde sin duda alguna Jorge ha cambiado. Ha logrado crear empatía con el público y eso lo ha hecho mostrándose mucho más cauto en sus comentarios, analizando mucho más las cosas que dice. Esto te lo da sin duda la experiencia, pero también las buenas compañías y el afán de ser mejor persona.
Es único y quiere ser irrepetible. Su imagen va tomando forma y calado en el público de masas.
Sus últimas apariciones en programas y series de la tele de gran seguimiento en España, unidos a su participación en actos benéficos cediendo su imagen y comprometiéndose con buenas causas, están acercando más al que está llamado, ahora más que nunca, a ser el segundo español campeón del mundo de la máxima categoría del motociclismo. Él es Lorenzo, 99 % de puro campeón.
