Las aseguradoras cuentan con detallada información de las lesiones: por sus propios asegurados cuando son motoristas, o por parte de sus conductores de coches cuando tienen un accidente en el que hay involucrada una moto. Recordemos que cuando hay un accidente de moto con otro vehículo, dos de cada tres veces es el otro vehículo el culpable del siniestro y deben pagar indemnización.
Hay tres tipos de víctimas de accidente: de un lado los que, por desgracia, fallecen. Por otro lado, de los que reciben heridas, están los que sufren una “incapacidad temporal” (una vez curados siguen su vida normalmente). La media de tiempo de recuperación es de unas nueve semanas, aunque varía mucho con la edad. Y por otra parte quienes sufren secuelas, es decir, tras la curación las queda algún recuerdo más o menos malo de la lesión. De estos últimos, los motoristas que han tenido secuelas tras un accidente, es de quienes Unespa nos ofreció más detalles.
El 70 por ciento de accidentados en moto con secuelas tuvo solamente lesiones leves.
En cuanto a las indemnizaciones, la buena noticia es que la mayoría de lesionados en accidente de moto recibió la indemnización mínima porque no tuvo secuelas muy graves. Esto se valora según un baremo de puntos y un 70 por ciento se valoraron en 1 punto (secuela muy leve). Sólo un 0’2 por ciento recibieron una indemnización alta debida a lesiones con secuelas muy graves (más de 50 puntos).
Lesiones con secuelas en motoristas
La secuela que domina muy claramente (casi un 70 por ciento) son las lesiones menores de la columna vertebral. No se trata de lesiones graves sino leves, de ahí el “menores”, y resulta que también entre los lesionados con secuelas en accidente de coche ésta es la más habitual. Por ejemplo, un latigazo cervical entra en esta categoría, como lo son dolores de espalda y cuello de diverso origen.
Precisamente los dolores de columna son el segundo tipo de secuela más habitual, un 7 por ciento. A continuación, lesiones del hombro: artrosis postraumática o dolores en el hombro (3 por ciento). Después de eso, están las secuelas estéticas ligeras, como las cicatrices (por quemaduras por ejemplo). Les siguen nuevas lesiones de espalda: agravaciones de artrosis previas, es decir, que pueden ser lesiones reincidentes.
La mayor parte de secuelas están relacionadas con las extremidades y dolores de espalda.
La siguiente secuela más frecuente (pero ya estamos en menos del 2 por ciento) es de rodilla, y después de eso fractura de costillas. Más adelante encontramos los perjuicios estéticos moderados (peores que los anteriores que eran ligeros), las secuelas en lesiones de muñecas y antebrazos (ahí estarán muchos escafoides…), las de las manos (metacarpos y dedos), las de los pies, las de codos y las de tobillos.
A partir de aquí el “peso” de las lesiones ya baja mucho como para detallarlo. Es importante destacar que, pese a la idea popular de que los accidentados en moto sufren lesiones graves, la realidad no es ésa. Como hemos visto la mayor parte tiene lesiones leves, aunque suelen afectar a las extremidades o dolores de espalda.
