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Agua + velocidad – falta de pericia = caída

Muchas lecciones que aprender del error de este sujeto
Fotos: SMN
Que el claxon no hace que un peligro desaparezca es algo que el protagonista del vídeo no debía saber. Vamos a repasar lo que ha hecho mal y cómo podemos evitar vernos en una situación así de peligrosa.

Que el suelo no tiene unas buenas condiciones de adherencia cuando está mojado es algo que todos sabemos. Al menos es una de esas premisas que damos por hecho y que, visto lo visto, algunos no deben tener tan claro. Por eso vamos a repasar el siguiente vídeo para ver qué ha hecho mal el protagonista y así tener nosotros más que claro que hay que hacer para frenar con seguridad cuando el asfalto está mojado.

En este caso nuestro protagonista se encuentra en una avenida de Roma, cuentan los que la conocen que se trata de la Via Appia Nuova. Como podemos ver gracias a su cámara de acción el suelo se encuentra mojado aunque no llueve. Este será un factor determinante a la hora de la caída y es algo que debemos tener siempre muy claro y más en ciudad. Si el asfalto está mojado, el hueco que quede entre el asfalto y nuestro neumático tendrá entre medias el agua y ese agua hará que no dispongamos del mismo agarre que si está en seco. Pero además en ciudad es habitual que este asfalto esté más sucio con restos de aceite o gasoil que pierden algunos vehículos ,y si ya de por sí es peligroso si se mezcla con agua la situación se complica.

Pero el accidente no se produce solamente por el estado del asfalto. Como podemos observar, aunque el velocímetro está tapado a conciencia, la velocidad no es la adecuada para la ciudad. Es decir, hay un exceso de velocidad y, a la vez, una velocidad excesiva teniendo en cuenta la situación. Además, hemos podido observar que la conservación de la vía no es la mejor.

Así pues ya tenemos dos factores que influyen en el desenlace final. Pero un accidente normalmente trae consigo más de uno o de dos errores o problemas que confluyen. Si a la velocidad excesiva y el poco agarre sumamos una mala reacción, es cuando llega el problema. A lo lejos se puede apreciar a un transeúnte cruzando la calle cuando no puede hacerlo, teniendo el semáforo abierto al tráfico. Ese termina siendo el desencadenante de la decisión que termina causando el accidente. En lugar de aprovechar el espacio que hay hasta el transeúnte para realizar una frenada relativamente tranquila, pues recordemos que la velocidad es excesiva, el motorista decide tocar el claxon.

Como bien sabrás el claxon no es un botón que teletransporte a nadie, no va a hacer que el peatón desaparezca y es justo lo que pasa: el peatón sigue ahí. Sin embargo mientras el motorista ha tocado el claxon ha seguido avanzando a más velocidad de la debida en un asfalto en mal estado. Es entonces cuando toma la última de las decisiones, la que termina derivando en el desastre y es que bloquea la rueda delantera. La moto no dispone de ABS, él frena con toda la fuerza, la rueda se bloquea y la caída es inevitable.

Después el vídeo continúa y se aprecia que tras la caída, no hay serias consecuencias físicas puesto que se levanta rápido y va a buscar al peatón que seguía con lo suyo. Nosotros tenemos claro que ese peatón no tendría que haber cruzado, con eso se habría evitado el accidente, pero tampoco habría habido accidente si no hubieran tenido lugar el resto de acciones, todas ellas llevadas a cabo por el conductor de la moto. 

Como consejo final, además de todos los que hemos ido viendo que han derivado en la caída, modificar la trayectoria buscando la espalda del peatón también hubiera servido para evitar el accidente. En casos así, el peatón o correrá para adelante o se quedará parado, pero no irá para atrás. Si hay espacio, ese es el hueco que hay que intentar encontrar.

Bonus: circular con los retrovisores plegados, tampoco parece una buena idea

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