Ángulos muertos de un camión: te sorprenderá
Vigilar tu entorno y conocerlo te evitará problemas

Siempre hacemos mucho hincapié en el hecho de que debemos intentar que nos vean. Lo hemos comentado en diferentes ocasiones, y te hemos dado algunos consejos para conseguirlo. Y es que uno de los grandes problemas a los que tiene que enfrentarse un usuario de moto es a los ángulos muertos que tienen otros vehículos.
Por eso siempre es importante ir mirando no nuestros retrovisores (que también) sino los del resto de usuarios de la vía, si hay contacto visual a través de ellos, si les ves la cara, entonces ellos te ven a ti. De lo contrario, hay que extremar aun más la precaución.
Quizás no sea fácil de entender estas limitaciones y los famosos ángulos muertos, que son los que producen por la estructura del propio vehículo zonas en la que no hay visión. En los últimos tiempos se ha trabajado mucho por parte de la industria de la automoción. De hecho te habrás fijado que algunos coches encienden luces rojas o naranjas en sus retrovisores cuando te acercas. Una manera eficaz y rápida de avisar que no se puede cambiar de carril el conductor porque hay alguien que se aproxima.
En este caso estamos ante un ejemplo que nos llega desde Francia, y en el que se busca dejar claro la cantidad de cosas que puede que el conductor de un camión o un vehículo voluminoso. No hablamos solamente de otros vehículos de la vía, también peatones que circulan por la acera e incluso un niño en un paso de peatones.
De todas maneras, la situación está hiperbolizada y es que a día de hoy los camiones modernos llevan espejos que intentan minimizar esta situación. Por ejemplo en la parte frontal y también los espejos suplementarios que están encima o debajo de los principales. Incluso algunos cuentan con cámaras y sensores para avisar de la presencia.
Aun así no está nada mal para recordarnos que una cosa es que nosotros estemos viendo al vehículo. y otra muy diferente es que el conductor del vehículo nos haya visto a nosotros. Igualmente, se aprecia que un exceso de cercanía hace más complicado que nos vean y no sólo eso: si estamos muy pegados al camión no podremos reaccionar ante una maniobra suya e incluso nos podríamos ver absorbidos por su aspiración.