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¡Atascazo!

Noticia publicada el 28 de septiembre de 2009 en la edición digital del periódico El País en su sección de Madrid: Atascazo en la M-30: tres horas donde el redactor comentaba que se había producido un accidente: «Un camión que transportaba una grúa chocó a las dos de la tarde con un panel luminoso a la altura de Méndez Álvaro».

¡Tres horas! sí, habéis leído bien, durante tres horas estuvo cortada una de las principales arterias de Madrid, con más de 15 km de retenciones, el articulo seguía comentando que los coches que se quedaron atrapados en los carriles centrales de dicha vía, no pudieron moverse hasta que el tráfico se volvió a reanudar; Se vivieron escenas de gente fuera de los vehículos deambulando por la calzada, y más mosqueados que un cartero buscando el Barrio Sésamo. En definitiva, una trampa para osos es nuestra “amada” M-30 o “Calle 30” como pide el Ayuntamiento que se le llame ahora.

No sólo sucede ésto a los sufridos conductores de la capital, comentándolo con amigos de Barcelona, Valencia, Sevilla o de cualquier otra capital de provincia el problema de los atascos se repite día a día. Que cualquier conductor de una gran ciudad, tarde una media de 50 minutos de su tiempo en llegar a su puesto de trabajo no es mentalmente sano, sumadle los otros 50 minutos de vuelta por la tarde y obtendréis que un ciudadano medio pierde alrededor de 9 horas semanales metido en un coche.

¿Cuál es la solución?

Para mí y el resto del colectivo motero es bien sencilla: usar dos ruedas en vez de cuatro. No nos damos cuenta, los que nos movemos habitualmente en moto, de la cantidad de tiempo, dinero y cabreos que nos ahorramos. Llevo diez días con la moto en el taller y he tenido que recurrir al coche para ir al trabajo, el resultado es contundente. Moto 10 – Coche 0. De mi casa al trabajo hay alrededor de 7 km (según mi navegador), pues bien, este recorrido si lo hacemos un domingo sin trafico tardo 17 minutos en el coche, 14 minutos el mismo día en moto (cumpliendo siempre las normas de circulación, ¿eh?) pero lo realmente sangrante es entre semana y con el tráfico de la Calle 30 a rebosar, en coche son 39 minutos, mientras que en la moto tardo 19 minutos, ¡sólo 2 minutos más que el domingo sin tráfico¡ la posibilidad de moverte con dos ruedas, permite apurar muchísimo más las horas de sueño y llegar sin la cara de stress que traen los que vienen en coche al trabajo, además el ahorro en combustible es espectacular y más en estos tiempos de crisis. La moto me lleva y me trae con 8 euros a la semana, el coche son casi 30 euros, el seguro de la moto me cuesta algo más de 150 euros/año el seguro del coche 1.300 euros/año, ya no os cuento el precio de las revisiones u otros gastos extra del cuatro ruedas.

Después de hacer todos estos cálculos, me he dado cuenta de que haberme comprado un coche nuevo, hace escasamente un par de años (para cuando salga de viaje, me decía a mí mismo, para convencerme de su compra) y al cual no le he hecho ni 10.000 km en este tiempo me ha parecido la mayor cagada que se podía hacer. Tengo un vehículo la mayor parte del año en un garaje (con lo que cuestan las plazas de garaje para coche en Madrid, otro gasto) el cuál no me permite moverme con soltura, salvo los fines de semana, que consume como un demonio y además contamina muchísimo más que cualquier moto, en estos momentos de ecología mundial, y sinceramente no le veo el sentido, pero lo que me parece más sangrante es que no hay un sólo mes del año en el que los automóviles no tengan alguna oferta, promoción o incentivación a la compra, y que para el mejor medio de transporte que existe para las grandes ciudades tengamos que esperar cada 5 o 6 años que el gobierno de turno nos prepare un mísero plan y nos deje las migajas que el lobby del automóvil se ha llevado para salvar su “Reino de Taifas”.

En definitiva, si consiguiéramos sacar de las carreteras el 15% de los automóviles y los sustituyéramos por motocicletas, muchísimo mejor nos iría a todos. Moto 10 – Coche 0.

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