Atropella a un motorista y se fuga con la moto incrustada


Tras producirse el atropello, la policía desplazada hasta el lugar no salía de su asombro: se encontraron un motorista herido pero ni el coche causante del accidente ni la moto involucrados se hallaban en el lugar. Lo del vehículo tenía una explicación relativamente sencilla: atropello y fuga; pero ¿y la moto?
Lógicamente sólo pudieron trasladar al herido al hospital, pero no realizar ninguna investigación para intentar esclarecer lo que ocurrió, pues no había ninguna prueba. Pero horas después recibieron una llamada de un ciudadano, el cual había visto que su vecino había estacionado su vehículo (un Jeep Wrangler) llevando consigo una moto incrustada en el frontal tal y como se puede ver en la foto de portada.
Tras interrogar al conductor, comprobaron que estaba bajo los efectos del alcohol y que además ya contaba con antecedentes por conducir ebrio en 2008. Lo peor de todo, el motorista que se encontraba en el hospital en estado crítico tras el atropello y fuga.
Sólo queda confiar en que el conductor, de 29 años de edad, sea juzgado y condenado con dureza por una acción completamente deleznable. Ya no por conducir tras haber bebido, sino también por haber atropellado a alguien y haberse dado a la fuga.