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Barcelona creará plazas de motos en el entorno de la Sagrada Familia

Fotos: Google Images
El Ayuntamiento de la Ciudad Condal ha aplicado una de las medidas paliativas contempladas desde hace tiempo contra el ahogo que sufren los peatones en el entorno de la Sagrada Familia. La iniciativa prohibirá el aparcamiento de motos en las aceras de las calles de Marina y Sardenya, entre las de Aragó y Mallorca, y creará plazas en la calzada mediante la supresión de otras de zona verde para coches.

Los vecinos comenzaron a hablar con el anterior Gobierno hace más de un año, pero no se había puesto en marcha hasta esta semana. En el día de ayer un equipo de operarios pintaba las líneas blancas en el asfalto al tiempo que colocaba las señales de prohibición en las farolas. Esta medida permite seguir dando un uso prioritario a la moto frente al automóvil, dentro de la política de movilidad urbana del nuevo gobierno municipal.

En este sentido, los ciudadanos dan la bienvenida al cambio, pero insisten en que es necesario resolver el problema de fondo del impacto que supone en todos los sentidos la gran influencia de visitantes al templo, según ha explicado el responsable de Urbanismo de la Asociación de Vecinos de la Sagrada Familia, Joan Itxaso. En el mes de septiembre esperan abordar el problema a largo plazo con el nuevo equipo municipal.

Con la ausencia de motos y bicis en las aceras da la sensación de que las calles son más anchas, aunque continúa existiendo el cuello de botella de las terrazas. Además, la ganancia de este espacio desaparece si los grupos, como ya sucedía ayer, pasan rápidamente a ocupar todo el ancho de la acera con frentes de cuatro, cinco o más personas que obligan al sufrido viandante a echarse sin remedio a un lado y esperar a que pasen.

Para que la medida tenga una eficiencia real sería preciso, como pide Itxaso, que los agentes cívicos que ha desplegado el Consistorio en la zona para ordenar ese caso, aleccionen a los guías con el fin de que sus grupos deambulen de forma disciplinada, en filas de no más de dos o tres.

La asociación consiguió que se aumentara a 10 el número de esos agentes y también que trabajaran durante el fin de semana. Falta, sin embargo, según aclara el representan vecinal, conseguir que tengan una formación y una actuación adecuadas al problema.

La prevista continuación hasta Provença del carril bici de Marina, que ahora finaliza en la Diagonal, será otro alivio para esas aceras por las que ahora pasan además esos vehículos cuando se quedan huérfanos de espacio propio y segregado.

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